Robaban vehículos en España y los vendían enteros o por piezas en Marruecos

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Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una organización especializada en robar vehículos en la zona centro de España, principalmente en las provincias de Madrid y Toledo, y en venderlos, enteros o por piezas, en Marruecos. En la operación han sido arrestadas 44 personas y se han recuperado 77 vehículos, muchos de ellos cuando trataban de embarcarlos en el Puerto de Algeciras. La red disponía de varias naves para manipular los elementos identificativos de los automóviles y de este modo poder trasladarlos hasta el norte de África sin levantar sospechas.
La investigación se inició a finales de 2014, fruto de los controles que se realizan habitualmente en las salidas hacia Tánger desde el Puerto de Algeciras. Después de interceptar varias decenas de vehículos de distintas marcas dotados de documentación falsa y detener a los conductores, se llevó a cabo un exhaustivo análisis de la información obtenida, que permitió extraer datos que indicaban que los vehículos eran sustraídos en su mayoría en la Comunidad de Madrid y en la provincia de Toledo.
Las primeras indagaciones llevadas a cabo desvelaron que los responsables de los robos estaban perfectamente organizados y contaban con especialistas para cada una de las fases en las que cometían los hechos delictivos. En primer lugar se encontraban los responsables de la sustracción de los automóviles, una vez robados entraban en acción los encargados de la falsificación de los elementos identificativos y de la documentación necesaria para ponerlos en circulación y finalmente, la estructura se cerraba con los transportistas que trasladaban los vehículos por carretera hasta el puerto de Algeciras, donde los embarcaban con destino a Tánger (Marruecos).
Enfriaban los coches antes de llevarlos a Marruecos
También se averiguó que los cabecillas del grupo estaban establecidos en Yuncos y Yuncler (Toledo), así como en la localidad madrileña de Parla. Una vez que los vehículos eran sustraídos, los dejaban aparcados en la vía pública con las placas de matrícula duplicadas durante unos días, para asegurarse de que no despertaban sospechas. En ocasiones, incluso, utilizaban algunos de ellos en sus desplazamientos habituales, en el convencimiento de que al conducir un vehículo no considerado de alta gama, no despertaría el interés de la Policía.
Pasado cierto tiempo sin que los vehículos fueran detectados, los trasladaban hasta varias naves de la organización, donde o bien eran manipulados sus elementos identificativos con el fin de evitar que fuesen reconocidos, o bien eran desmontados cuidadosamente para luego ser transportados ocultos en una furgoneta hasta su destino final en Marruecos. Una vez en el puesto fronterizo, algunos miembros de la organización se colocaban en lugares estratégicos para tener a la vista la zona donde podían situarse los agentes de policía en el control fronterizo, con el fin de indicar cuál era el momento más oportuno para llevar a cabo el tránsito sin despertar sospechas.
La investigación ha sido desarrollada de manera conjunta por el Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Brigada Central de Crimen Organizado de la UDYCO Central y el Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Comisaría Local de Algeciras (Cádiz), con la colaboración del Grupo II de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Toledo.