“El mundo es testigo de los abusos sufridos por el pueblo de Venezuela. Cuando los derechos humanos y las libertades fundamentales no son respetados, como ocurre en este momento en Venezuela, no podemos permanecer en silencio”, dijo el presidente ante el Congreso Nacional.
Consideró que los gobiernos del Mercosur invocan permanentemente su apego a principios y valores democráticos, pero que estos valores no deben constituirse solamente en expresiones de buenos deseos. “Deben marcar la ruta como norma de vida y de conducta pública en el ámbito en que nos toca actuar”, dijo.
“Este es el momento en que debemos hacer llegar nuestra profunda solidaridad al pueblo venezolano, a fin de que goce del respeto irrestricto de sus libertades públicas, en el contexto de un pleno apego a su Carta Magna”, añadió.
El presidente se refirió a la postura del Gobierno paraguayo frente a la situación en Venezuela, en el apartado de la política exterior incluido en su informe de gestión.
En ese sentido indicó que Paraguay respeta los principios de no intervención, la autodeterminación de los pueblos, así como el deber de proteger los derechos humanos y la cooperación internacional.
El mensaje del presidente constituyó “una defensa muy clara en lo que hace a los derechos humanos”, según interpretó el canciller nacional, Eladio Loizaga.
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