Villa Cascais, el paraíso en Portugal (un recorrido en imágenes de ICN Turismo)

Se dice que fue en Cascais donde Ian Fleming ideó a su famoso agente secreto James Bond

0
2656
Praia da Ribeira, en el centro de Cascais (Foto: ICN Diario/Raúl Vallarino

Por Adrián Suárez
Fotos: Raúl Vallarino –

La villa portuguesa de Cascais tiene algo más de 64.000 habitantes y es la sede del municipio con el mismo nombre, y se ubica en el extremo sudoeste del distrito de Lisboa. Limita al norte con el municipio de Sintra y al sur y oeste con el océano Atlántico, a unos treinta y dos kilómetros al oeste de la capital, Lisboa.

Cascais tiene una bella bahía arenosa frente al océano Atlántico, y fue alguna vez, un pueblito de pescadores, pero sus fabulosos paisajes atrajeron la atención de artistas, escritores y nobleza europea, convirtiéndola también en la meca de la clase alta portuguesa, de algunas familias reales europeas y de muchos viajeros ricos de todo el mundo. Para muchos fue y es ‘el refugio de los famosos’, según reseñas turísticas.

Se dice que fue en Cascais donde Ian Fleming ideó a su famoso agente secreto James Bond.

Praia da Ribeira es la playa principal de Cascais, que da a la plaza central y es la mayor de las dos playas.

HAGA CLICK SOBRE LA SIGUIENTE FOTO PARA PASAR A LA GALERÍA DE IMÁGENES

Praia da Ribeira en la noche (Foto: ICN Diario/RV)
Praia da Ribeira en la noche (Foto: ICN Diario/Raúl Vallarino)

Cuenta la historia que la zona de Cascais estaba habitada desde la época prehistórica, como lo demuestran algunas excavaciones arqueológicas.

El primer rey portugués, Alfonso I, conquistó la región en 1153, elevada a villa el 7 de junio de 1364 por el rey Pedro I, época en la cual fue edificado el castillo, que el rey entregó a Gomes Lourenço de Avelar.

El rey Juan II ordenó en 1488 la construcción de un torreón de defensa. En la época de los viajes de descubrimiento portugueses, por 1537, se levantó en Cascaes el primer faro del país. En su lugar se encuentra hoy en día el Farol Guía, que fue construido en 1810.

La familia real portuguesa pasó los veranos en Cascais desde 1870, transformándolo en un lugar interesante para la nobleza y aristocracia nacional e internacional.

Hoy día ha perdido un poco su lugar como sitio del jet-set internacional, pero sigue siendo un atractivo turístico agradable en sí mismo, convertido también en un destino del surf, vela, windsurf debido al tiempo favorable, el viento y las condiciones de sus aguas.

Luís de Camões, el gran escritor y poeta portugués, considerado como uno de los mayores poetas en lengua portuguesa; tiene su monumento en el centro de Cascais.

El monumento a Luís de Camões (Foto: ICN Diario/RV)
El monumento a Luís de Camões (Foto: ICN Diario/RV)

En Cascais se puede disfrutar de un paisaje único lleno de edificios, antiguas ruinas, monumentos, palacetes y villas, muchas de ellas residencias de famosos que eligen esta ciudad para pasar sus vacaciones. Estas casas señoriales son el pasaje perfecto a los años 40 y hacia un ambiente que se conserva con el paso de los años.

Anfitrión de distintos campeonatos internacionales, eventos de motociclismo y de festivales y conciertos de verano como así también el Gran Premio de Portugal de Fórmula 1, Cascais es un lugar perfecto para pasar una tarde paseando por las callejuelas del casco antiguo, plagadas de tiendas que combinan artesanía y moda, y terrazas de bares y cafés donde escapar del bullicio de la capital.

En esta recorrida podemos disfrutar:

La Fortaleza en una imagen nocturna (Foto: ICN Diario/RV)
La Fortaleza en una imagen nocturna (Foto: ICN Diario/RV)

La Ciudadela de Cascais antigua fortificación cuya misión era defender el puerto de la ciudad. La «Cidadela» y la «Fortaleza de Nossa Senhora da Luz», situada en su interior, forman parte de los fuertes militares construidos entre los siglos XV y XVII.

En la actualidad se utiliza para mostrar algunas piezas de artillería (cañones y demás) al aire libre.

La Boca del Infierno, es una cueva construida por las olas del mar en su golpear contra las rocas, se dice que casi se puede oír al demonio enfurecido saliendo de las profundidades terrestres.

Para los que sean un poco incrédulos, al menos disfrutarán del sonido que provocan las olas contra las rocas y del paseo por el mirador y alrededores.

La Boca del Infierno (Foto: ICN Diario)
La Boca del Infierno (Foto: ICN Diario)

Si uno va a Portugal no puede dejar de disfrutar el paisaje de Cascais y conocer sus alrededores con sus edificaciones que son testigos de otra época, que fue y es una Europa distinta, que vale la pena ver y recordar por siempre.

Recorrer las pequeñas calles de Cascais es otro de los placeres del visitante. Disfrutar de la buena gastronomía del lugar con pequeños y o grandes restaurantes y la vasta oferta hotelera de calidad, son elementos que invitan a conecer Cascais.

Por las callecitas de Cascais (Foto: ICN Diario/RV)
Por las callecitas de Cascais (Foto: ICN Diario/RV)

Y no dejar de visitar el Museo de los Condes de Castro Guimarães, un remanso del siglo XIX en nuestros días, fue construido en 1900 por Jorge O’Neill, un ejemplo clásico de arquitectura de verano.

En 1910, el conde Manuel de Castro Guimarães adquiere la casa, donándola en 1927 incluyendo su jardín, al pueblo de Cascais. Su deseo era construir un museo de arte y una biblioteca pública. El museo abrió sus puertas el 12 de julio 1931. Incluye entre sus posesiones pinturas importantes nacionales e internacionales, muebles, porcelana y joyas. Otra parte importante de la colección del museo es la Crónica del rey Afonso Henriques) (1505) por Duarte Galvão.

El cine y la televisión
Las producciones cinematográficas y la televisión tienen en Cascais una serie de escenarios naturales para sus realizaciones y pueden los turistas encontrarse, en algún momento, con un equipo en pleno trabajo de rodaje.

El rodaje de una producción para TV en Cascais (Foto: ICN Diario/RV)
El rodaje de una producción para TV en Cascais (Foto: ICN Diario/RV)