El Papa Francisco critica a Trump pero guarda silencio sobre la crisis de Venezuela

De Jorge Bergoglio no se puede esperar mucho; denuncia atropellos de la derecha y calla en forma ignominiosa los delitos de la izquierda

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El Papa Francisco

El Papa Francisco, ya no tiene problemas en ocultar su filosofía extremista y su proximidad con el kirchnerismo, a pesar de la enorme corrupción que rodea a su compatriota, la expresidenta Cristina Kirchner.

El que debía ser el “mensajero de la paz” en la tierra, siembra la discordia entre los fieles que ven al jefe de la iglesia católica como un agitador de barricada, que le pone cara de pocos amigos a quien no acompaña su pensamiento radical mientras sonríe ante algunos terroristas de Estado.

De Jorge Bergoglio no se puede esperar mucho; denuncia atropellos de la derecha y calla en forma ignominiosa los delitos de la izquierda.

Habla de paz, pero propicia la guerra. Critica el muro de Trump, pero no dice una palabra del dictador Maduro que está matando a su pueblo y ese silencio indigna. Para Bergoglio el sufrimiento del pueblo venezolano no existe y vergonzosamente no condena las atrocidades del dictador chavista. La sangre de las víctimas no le conmueve. La sotana no se mancha.

Ya suman 26 los muertos pero Francisco no se pronuncia y eso lo convierte en cómplice del dictador.

La iglesia de Venezuela se opone a la dictadura de Nicholas Maduro, pero el Vaticano mantiene relaciones diplomáticas con el ilegal gobierno chavista y lo demuestra con el envío de un representante a la toma de posesión de Maduro a principios de este mes.

Cuando recibió en el Vaticano a Mauricio Macri y luego a Donald Trump, puso cara de pocos amigos, mientras se reía y estaba exultante frente a la jefa de la corrupción que fundió a Argentina, doña Cristina Fernández de Kirchner.

La ética del Papa entra en discusión si uno recuerda que siendo cardenal en Argentina, el matrimonio kirchner lo humillaba, haciéndole esperar por horas para darle una audiencia y luego hacerle saber que no podían atenderle.

Vale mencionar que en la máxima fecha patria argentina, los Kirchner se elejaban de Buenos Aires para no concurrir el Te Deum en la catedral de Buenos Aires, que oficiaba Bergoglio.

Y Francisco no interpretó la historia bíblica como corresponde; los Kirchner lo abofetearon una y mil veces y él siempre les puso la otra mejilla… en forma obsecuente.