Otra condena de más de 12 años por corrupción se agrega a la que ya cumple Lula

Lula está preso desde el 7 de abril por la primera condena en el caso del tríplex en Guarujá (SP). El ex presidente cumple otra pena de 12 años y un mes de prisión, impuesta por el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero

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Lula Da Silva (José Cruz/Agência Brasil)

La jueza federal Gabriela Hardt condenó  al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva a 12 años y 11 meses de prisión en la acción penal sobre las reformas realizadas en el sitio Santa Bárbara, en Atibaia (SP). La sentencia es la segunda proferida contra el ex presidente en la Operación Lava Jato. 

El sitio fue objeto de las investigaciones de la Operación Lava Jato, que apura la sospecha de que las obras de mejoras en el local fueron pagadas por contratistas investigados por corrupción, como la OAS y Odebrecht.

Según los investigadores, las reformas comenzaron tras la compra de la propiedad por los empresarios Fernando Bittar y Jonas Suassuna, amigos de Lula, cuando “se elaboraron los primeros diseños arquitectónicos para acomodar las necesidades de la familia del ex presidente”.

En el laudo elaborado por la Policía Federal, en 2016, los expertos citan las obras que fueron hechas, entre ellas la de una cocina evaluada en R $ 252 mil. La estimación es que se ha gastado un valor de cerca de R $ 1,7 millón, sumando la compra del sitio (R $ 1,1 millón) y la reforma (R $ 544,8 mil).

La defensa del ex presidente alegó en el proceso que la propiedad era frecuentada por la familia de Lula, pero que el inmueble pertenece a la familia Bittar. 

Lula está preso desde el 7 de abril por la primera condena en el caso del tríplex en Guarujá (SP). El ex presidente cumple otra pena de 12 años y un mes de prisión, impuesta por el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. 

Además de Lula, también fueron condenados en la misma acción penal a los empresarios Marcelo Odebrecht y Emilio Odebrecht, Léo Pinheiro, ex director de OAS, el pecuarista José Carlos Bumlai, amigo del ex presidente r Roberto Teixeira, amigo y abogado de Lula.

Sentencia

En la sentencia, la magistrada dijo que Lula sabía del esquema de corrupción en Petrobras y que las contratistas OAS y Odebrecht tenían participación en las desviaciones. 

“Luiz Inácio Lula da Silva, como ya se ha dicho en los tópicos que trataron de los actos de corrupción en los contratos de Petrobras, tenía pleno conocimiento de que la empresa OAS era una de las partícipes del gran esquema ilícito que culminó en el direccionamiento, la superación y el pago de las tasas en “grandes obras licitadas en su gobierno, en especial en Petrobras, contribuyó directamente al mantenimiento del esquema criminal”, afirmó la jueza. 

Según Gabriela Hardt, se comprobó que el ex presidente recibió al menos 170.000 dólares de OAS, por medio de las reformas, como “ventaja indebida en razón del cargo de presidente”. En el entendimiento de la jueza, él fue beneficiario derecho de las reformas, aunque no es el propietario del sitio. 

“También contribuyó a la ocultación y disimulación de ésta, pues, a pesar de ser su beneficiario directo, su nombre nunca fue relacionado con la propiedad del sitio, con notas fiscales emitidas, o con cualquier documento a ella relacionado, es cierto que diversos co- , dijo a la AFP un portavoz del ministerio de Sanidad de la ciudad de Buenos Aires, en el estado de Sao Paulo. . 

Defensa

En una nota, el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, dijo que recurrirá de la condena “que atenta a los más básicos parámetros jurídicos y refuerza el uso perverso de las leyes y los procedimientos jurídicos para fines de persecución política, práctica que consideramos como” lawfare “. “Una vez más la Justicia Federal de Curitiba atribuyó responsabilidad criminal al ex presidente teniendo como base una acusación que involucra un inmueble del que no es el propietario, un” cuadro general “y otras narrativas acusatorias referenciadas sólo por delatores generosamente beneficiados”, , dice la nota.

Según la defensa, se desconsideraron pruebas de inocencia presentadas en el proceso. “Lula fue condenado por el crimen de corrupción pasiva por afirmado” recibimiento de R $ 170 mil en ventajas indebidas de la OAS “en el año 2014 cuando él no ejercía ninguna función pública y, a pesar del reconocimiento, ya expuesto, de que no fue identificado por la sentencia cualquier acto de oficio practicado por el ex presidente en beneficio de las contratistas implicadas en el proceso.

Agencia Brasil