¿Á quién le sirve la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

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Luego de ver los feroces ataques de los presidentes Rafael Correa de Ecuador y de Hugo Chávez de Venezuela, que consideran que dicha Corte debería desaparecer y crear otra en su lugar, uno piensa que algo anda mal.
Según el mandatario venezolano, un “corte de cabello vale más que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH )” y agregó que “no vale nada” y que “es un cero a la izquierda”, luego que este tribunal revocara la inhabilitación política decretada por la Administración venezolana contra el ex alcalde opositor Leopoldo López.
En sus declaraciones destacó:”debemos seguir pariendo nuestra nueva institucionalidad”. “Unasur debe tener una corte de Derechos Humanos, como debe tener, una corte electoral, un consejo de Defensa, de desarrollo económico y un banco del Sur”, ha esgrimido el mandatario venezolano.
Asimismo, Chávez ha emplazado a la Justicia venezolana a que aclare la “relación” de “esa triste Corte” con el intento de golpe de Estado de 2002, según ha informado el diario venezolano ‘El Universal’.
El presidente de Venezuela aseveró que el poder imperial, a través de la CIDH, protege a los ladrones y a las personas que desconocen los derechos fundamentales. Por ello, ha dicho, “el corte de mi cabello vale más que esta Corte”.
Por su parte Rafael Correa pide que se reemplace la Corte por otro organismo ya que según él esta no le merece confianza.
El mandatario ecuatoriano ha sido un duro crítico del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y ha propuesto un cambio radical, ya que en su opinión, tiene un claro sesgo hacia la institucionalidad de Estados Unidos.
Correa ha dicho que resulta increíble tener que ir a Washington para discutir asuntos latinoamericanos cuando Estados Unidos no reconoce la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
Las críticas se profundizaron en los últimos meses cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), intervino en el polémico juicio por injurias que instauró el mandatario al diario ecuatoriano “El Universo”.
Pero el gobierno del presidente José Mujica de Uruguay, acata las resoluciones y cumple con las exigencias de la Corte, al realizar el “Acto del Perdón”, donde el Estado uruguayo pedirá perdón por las violaciones a los derechos humanos de los militares golpistas entre 1973 y 1984.
El ex presidente Julio M. Sanguinetti expresó sobre el “Acto del Perdón”: “Se anuncia que el Estado “asumirá” responsabilidad en los crímenes de la dictadura. Asumiría lo que ya asumió, porque ya lo ha hecho desde hace años, al punto que ya lleva pagados más de 4 millones de dólares a familiares de las víctimas; y a partir de 1985 reparó la situación de diez mil funcionarios destituidos, entre otros muchos actos reparatorios que, a esta altura, no bajan de 100 millones de dólares. ¿Qué sentido tiene el acto, entonces?”
Luego agregó: “En efecto, como dice Paul Ricoeur, el abuso de la memoria supone el abuso del olvido. Y esa es la esencia de este acto: una vez más, condenar los excesos militares e ignorar los crímenes de los guerrilleros que, en plena democracia, lanzaron al país a la violencia, inspirados en la revolución cubana y sacaron al Ejército de sus cuarteles. Las nuevas generaciones seguirán así escuchando una versión parcial, hemipléjica, de la realidad, soslayando la condena a quienes renunciaron a las vías políticas abiertas por la democracia para sustituir el voto por las armas”, señaló el ex presidente.
Esta Corte parece condenar las acciones de un solo lado, olvidándose de las violaciones del otro.
(Los columnistas y colaboradores escriben a titulo personal y las opiniones vertidas en este medio, no reflejan necesariamente la línea editorial del periódico)