Parecería que a los votantes andaluces del PSOE poco les importa el escándalo y la corrupción de los ERE, los fondos de reptiles o las comisiones del hijo de Chaves o el caso de Javier Guerrero, el director general que gestionó los ERE falsos. Pero a pesar del descenso en los votos, le han otorgado la posibilidad a los socialistas de volver a gobernar con ayuda de Izquierda Unida, siempre dispuesta a colaborar con el PSOE, aunque diga que se enfrenta a la corrupción y defiende a los trabajadores.
Un porcentaje importante de votantes socialistas le dieron el respaldo a Griñán y eso podría resultar inexplicable ante el cúmulo de hechos presuntamente delictivos que han quedado al descubierto y que nombramos en el comienzo de este artículo.
Poco les importó a estos votantes del PSOE que algunos días antes de los comicios y como informó El Confidencial en su edición del 20/03/2012, contara que: “La declaración de Juan Francisco Trujillo, chófer de Javier Guerrero, el director general que gestionó los ERE falsos, y a quien la juez Alaya le imputa ya hasta once delitos, ha declarado que su jefe gastaba unos veinte mil euros al mes en cocaína, y que el dinero que sustrajo de las subvenciones para la compra de drogas y caprichos podría ascender a los 90.000 euros, mucho más por tanto de lo que el propio Trujillo había declarado previamente ante la Guardia Civil.
Entre los objetos que forman parte de los caprichos de Guerrero y que fueron comprados para su chófer con el dinero de la Junta figura incluso una pianola, a pesar de que no se tiene constancia de que el alto cargo preso tuviera conocimientos de piano, ni siquiera de solfeo. Lo más habitual en los dedos de Guerrero, además de la presunta coca, era un “marlboro” y el gintonic. Eso sí, la muñeca la tenía bien cubierta, porque entre los caprichos del ex director general figuran dos relojes de elevado precio, además de móviles, ropa y antigüedades” señalaba El Confidencial.
Pero aquí nadie renuncia ni se hace cargo de nada. Si esto hubiera ocurrido en filas de otro partido político, muchos de esos votantes del PSOE, habrían puesto el grito en el cielo y estarían pidiendo responsabilidades y renuncias.
Parecería que lo malo que sucede dentro de la casa se perdona; lo de afuera es delito.
Jorge Delgado
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