Una economía rebosante, que por suerte aún no siente el coletazo de la crisis en el norte, que ha permitido que el gobierno disponga de recursos como nunca, se escurre de las manos de los gobernantes que no hacen nada. Todo con mayorías legislativas propias, además. Los dos primeros años de gobierno son muy malos y la caricatura de ayer de Arotxa vistiendo al presidente con hábitos de monjita gráfica bien la “sensación térmica” política. Un presidente bien intencionado, campechano y buen vecino pero que no hace nada, nada salvo hablar. Lo que preocupa es que uruguayos campechanos, bien intencionados y buenos vecinos hay muchísimos, pero presidente uno. La consultora Factum reveló una encuesta que dio que el 79% de los uruguayos piensa que el gobierno está bien orientado, pero 72% considera que la gestión de Mujica es mala. Lo único que sostiene su popularidad, y no es poco, es la economía.
Los resultados son peores aún porque hay que evaluarlos de acuerdo a los recursos que se disponen y son de una abundancia envidiable con respecto a otros gobiernos. Empezaron las clases mientras la enseñanza cuenta con el presupuesto que pidieron sus autoridades, ni un peso menos.
Sin embargo miles de niños no pudieron comenzar porque varias escuelas están con graves problemas edilicios. ¿Cómo es posible que con la plata que hay, haya escuelas con baños inservibles, ratas que transitan por las clases, comedores rotos y vidrios que no existen desde hace meses? Muy cerca de una de las escuelas que no pudo empezar funciona el liceo Jubilar, van hijos de las mismas familias muy pobres del barrio, son públicos los dos, pero tienen una diferencia clave: la gestión. Hay que comparar. Dos años tardó el gobierno en darse cuenta de que nombró gente que no estaba capacitada para dirigir la educación y en preocuparse por el derrumbe educativo. Mujica habla lindo de la importancia de la educación, pero no decide nada. El acuerdo educativo, el único cambio en buena línea es obra del Partido Nacional, se hizo por el empuje de Larrañaga. Esa es la verdad. Mujica fue de atrás, no es que no lo quisiera, peor, no lo entendía necesario. Habla de educación, pero sólo habla.
Con la seguridad, la principal preocupación de todos, pasa lo mismo. Algunos dicen que Bonomi ha dado mejores señales que sus antecesores. Quienes esto dicen se equivocan. Los ministros no están para dar señales, están para gestionar. Se evalúan por sus resultados y no por sus conferencias de prensa. La gestión de Bonomi es muy mala, los índices de delito más importantes aumentaron todos. ¿Desde cuando el tema es dar señales y no lograr resultados? Acaban de publicarse datos del 2011: hay 41 rapiñas promedio por día, 3 más por día de las del año 2010. Más homicidios en estos primeros meses también mientras Mujica dice que hay inseguridad “subjetiva”. Bonomi es muy mal ministro, los resultados de su gestión lo demuestran. ¿Qué importan las “señales” , si no disminuye el delito?
Y con la salud igual, el mayor presupuesto de la historia de ASSE y la peor gestión que se recuerde. Los hospitales deberían estar muy bien, sin embargo las luchas por el poder en el oficialismo ocupa el tiempo de sus jerarcas.
Van 24 de 60 meses de gobierno y la gestión es pésima y eso se mide por los resultados. La mayoría votó a un presidente y por ahora tenemos un comentarista.
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