Uno de los enfermeros de 39 años, trabajaba en el Hospital Maciel y en la Asociación Española, admitió cinco homicidios, en tanto que el otro enfermero asesino, de 46 años, y que se desempeñaba en el mismo prestador de salud privado, confesó once asesinatos, reconociendo a sus víctimas a través de fotografías.
Los enfermeros inyectaban morfina y aire, en algunos casos, a los pacientes, “lo que les ocasionaba la muerte en pocos minutos”, explicó el magistrado Vomero, quien agregó que “no surge que haya conexiones” entre los asesinos, “por más que trabajaban en el mismo lugar”.
“Fue por piedad”
La abogada de uno de los enfermeros de la Asociación Española, Inés Massiotti, dijo ante la prensa que su cliente “es conciente de sus actos” y señaló que “confesó plenamente ante el juez, fiscal y esta defensa que lo hizo por móviles de piedad”.
Indicó que se trata de una persona oriunda del interior del país y que “fue abusada sexualmente”.
“Creo que hay una patología psicológica, no psiquiátrica, porque fue periciado exhaustivamente por el forense dispuesto por la sede”, señaló- “Yo entiendo que de la pericia psicológica que dejo solicitada en la etapa procesal van a surgir trastornos de la personalidad que han afectado, tal vez, su trabajo”, explicó la abogada.
Las investigaciones continúan y no se descarta que la cifra de homicidios aumente ya que según informó el diario El País de Montevideo, la Justicia Penal maneja que los asesinatos cometidos por estas personas fueron, al menos 50, en tanto que la Policía habla de 200.
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