Mal calcularon las encuestas en Andalucía. Para los asturianos resultó, alguna, un poco mejor. En la Bética, el PP de Javier Arenas gana las elecciones con una mayoría insuficiente, lo que permite a las izquierdas pactar para frenar la mudanza hacia el centro. Las previsiones sobre la mayoridad absoluta del PP quedaron refutadas puesto que el resultado en voto real no coincidió con los que habían avanzado muchos estudios electorales que daban a los populares superioridad total en la cámara andaluza.
Para el candidato esto es una papeleta de desenlace incierto empero non omnia póssumus omnes –no todos podemos lo que queremos– y los destinos políticos raramente se pueden planificar con garantía de cumplir los proyectos en el porvenir. El PP se aferra al hecho de su victoria matemática, histórica en la comunidad autónoma bien es verdad, no obstante corta para ir más allá.
Pero no todo está consumado y en ese sentido el parlamentario de IU por Sevilla y líder del CUT-BAI, Juan Manuel Sánchez Gordillo, no descarta una quiebra dentro del grupo parlamentario de producirse un pacto de gobierno con el PSOE. El alcalde Marinaleda, célebre por sus políticas de izquierda que llevaron a la ocupación de fincas y los consecuentes litigios por este motivo, es muy capaz de cumplir la amenaza. Ver veremos, sin embargo la cosa no termina ahí, queda mucha tela que cortar, verbigracia cómo se solucionarán y quién se responsabilizará, asumirá y responderá por los sucesos de supuesta corrupción acaecidos y que han ido aflorando durante tiempo; éstas y otras cuestiones incendian el debate en la coalición izquierdista.
Embriagadas por la posibilidad de volver al gobierno, las izquierdas de Asturias acarician la contingencia. Las conversaciones han comenzado y la alianza entre PSOE e IU es una obra adelantada. Queda por vigilar qué posición mantendrá el partido de Rosa Díez, auténtica llave dado el empate de los bloques de izquierda y centro-derecha a 22 diputados cada uno, el único de UPyD completa los 45 de la junta General. Lisa y llanamente la región se juega la forma de dirección de cara a la próxima etapa. Sería una pena que habiendo fijado, ya en el anterior emplazamiento electoral, una opción de cambio éste no se verificase con altura de miras. Expresión, por cierto, utilizada para el lance por Mariano Rajoy.
Se dice que la mejor encuesta es el propio desenlace electoral, pero ese no es un sondeo sino la conclusión final. La comparanza entre ambas realidades nos informa que nadie acertó y que los instrumentos demoscópicos se utilizan, no todos, a modo de herramienta-coartada propagandística. En este viaje hicimos bien al ponerlos a cocer.
Tratando de creadores no sólo Coll inventaba vocablos, la sociedad se dota de palabros, pongo por caso el de un locutor de una cadena de radio nacional el cual decía que una obra dada de teatro era destornillante por desternillante, sinónimo de jocoso y gracioso. Supongo que sería destornillante en razón de que con su contundencia el público podría perder algún tornillo volviéndose un poco majareta. Peor supuesto es el de aquel que afirma tener concertada una entrevista en un buffet de abogados, cuando lo correcto es bufete. Iría quizás a almorzar con sus letrados…
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