En Asturias la izquierda vuelve al poder y da la sensación que no lo dejó nunca. De facto jamás en el actual período democrático se ha consolidado una mayoría alternativa y estable a la izquierda, ni siquiera durante el mandato de Sergio Marqués, recientemente fallecido. Así que mientras el mundo muda, la enjundia de Asturias permanece.
Lo cierto es que el Principado va contracorriente y se suma al grupo de comunidades autónomas díscolas con la tendencia política mayoritaria concretada por el Partido Popular. Me da la sensación que los socialistas están preparando una ofensiva utilizando a estas regiones como plataforma. El PSOE gobierna en el País Vasco, ahora en precario, Andalucia y la propia Asturias; dentro de poco se puede sumar Extremadura con un gobierno popular “permitido” por Izquierda Unida.
Las medidas del gobierno Rajoy , aderezadas a la generación de confianza de la marca país España, perece que principian a generar algún efecto, aunque poco perceptible y más diferido hacia el futuro que como una realidad de presente. Queda mucho por hacer y estas semanas han supuesto la creación de un nuevo escenario nada clarificador cuando al rol de la recesión se ha sumado la crisis financiera que ya ha llevado a Rodrigo Rato por delante. Y lo que te rondaré morena. La mezcla de estas especias con la perdurable marcha hacia el suicidio de Grecia, espero que no, impregna todo análisis que se haga sobre la zona euro. En ese sentido, una de las obsesiones hispanas es que su situación no sea llevada a comparanzas con la griega.
Toda va por etapas, desde el ciclo de Guardiola, en fase de cambio en el Barça, a la maduración del proyecto Rajoy lastrado por lo dicho además de por una crisis de deuda que ha elevado al diferencial Español sobre el bono Alemán por encima de los 500 puntos básicos. Una situación insólita que deja perplejos a los gobernantes populares cuando manifiestan qué más medidas deben abordar para evitar el ataque de los mercados cuando han obedecido a todas las recetas de Unión Europea. Por lo menos sabemos , en principio, la cifra que deben nuestras comunidades después de contabilizar todas las facturas pendientes de cobro, lo que llevó a determinar la deuda final real de cada una de ellas, no sin ciertas sorpresas. Y es que la deuda acumulada de las regiones trajo de cabeza a la administración esto meses porque hacía volar los guarismos de la consolidada.
Las noticias en la prensa de Europa dejan patidifusos a los más reposados. La situación de los países del sur se dice que aploma a toda la Unión y particularmente a la moneda única. Aunque todo es contradictorio y los argumentos se solapan puesto que las interacciones de todo tipo entre los países miembros produce tal cantidad de efectos simultáneos que sin ser caóticos ocasionan un corolario de consecuencias muchas veces contradictorias. Este efecto de la complejidad de los procedimientos económicos se da en cualquier hacienda pero se amplía en las muy correspondientes como es el caso. De estos hechos se derivan los debates sobre la consolidación fiscal y alrededor la conveniencia o no de emitir eurobonos, lo que en la interpretación teutona supondría suspender sobre la economía alemana los defectos y carencias ajenos. Parte de ello puede ser cierto a la vista del peso del motor económico Alemán y es que de facto podríamos hablar en el curso actual de una suerte de “euro-marco” virtual. Otro caso es el de la depreciación frente al dólar se puede descifrar en clave de debilidad, pero desde otro punto de vista no tiene porque ser absolutamente negativo dado que esto favorece a las exportaciones, una de las salidas más reconocidas para superar el brete.
En esta dialéctica todo es complicado y hasta chocante pero hoy parece que se empiezan dar los primeros pasos para modificar el estado presente de las cosas. La muerte y la vida están en el camino el cual hay que recorrer.
Reinerio Álvarez Saavedra