España, luchando en medio de una mortífera tempestad

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Esto no es una defensa de Mariano Rajoy ni de sus políticas de recortes, es una valoración de lo que ocurre en un país como España, donde todos, no importa del sector de donde provengan, opinan de forma diferente y creen tener la solución para salir de la crisis.
Veamos ejemplos: el PSOE critica cada medida del Gobierno de Rajoy e indica la forma en que deben hacerse las cosas.
¿Qué habría que hacer siguiendo los consejos del PSOE? Decididamente casi nada. De la gestión de Rodríguez Zapatero se arrastran parte de los grandes males económicos de un país donde, debido a su pésima gestión, no se ha sabido ni se ha podido contener la brutal sangría del desempleo, que ha llevado a España a una situación actual de casi cinco millones de personas en el paro.
¿Qué consejos pueden dar quienes, estando dos periodos al frente del Gobierno, no sólo no tuvieron la capacidad para solucionar los problemas del país sino que lo han llevado a la más estrepitosa ruina?
Los partidos menores
Izquierda Unida (IU), corresponsable en muchos de los desatinos del PSOE en las anteriores administraciones, donde su apoyo y sus votos fueron fundamentales para la gobernabilidad de los socialistas en algunas comunidades autónomas; hoy lo hace en Andalucía y Asturias, donde con su ayuda el PSOE a podido formar sus gobiernos autonómicos.
Unión Progreso y Democracia (UPyD), partido que comenzó siendo una alternativa fresca e innovadora a la situación política nacional, pronto sucumbió a lo mismo que ellos criticaban de los viejos partidos políticos existentes: promover acciones a espaldas de la gente. El impensable acuerdo con el PSOE de Asturias, echó por tierra su imagen de agrupación independiente que había ganado Rosa Díez al separarse de los socialistas por discrepancias irreconciliables y constituir UPyD. Ahora con este acuerdo, la titular del partido parece volver a sus raíces y sus militantes, que la habían votado principalmente por su alejamiento del PSOE, se han sentido profundamente defraudados.
Bildu y Amaiur, la izquierda abertzale más radical que solo busca la independencia para Euzkadi , se niegan a condenar los asesinatos de ETA y ni hablar de pedir perdón a las víctimas de la banda terrorista. Se sienten ciudadanos de otro país (¿Cuál?) y poco o nada les preocupa lo que ocurre en España.
De los partidos autonómicos como CiU de Cataluña y el PNV del País Vasco, que aunque estén representados a nivel nacional, son personalistas y quieren imponer sus razones a la fuerza como CiU que gobierna Cataluña y desoye resoluciones judiciales sobre el uso del idioma catalán como primera lengua. Son otros que no “viven” en España.

Actores sociales

Algunos artistas españoles como Ana Belén, Víctor Manuel, Eduardo Aute y Pilar Bardem, entre otros, han salido a la calle para protestar en voz alta contra los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy a los mineros del carbón, pero –inexplicablemente- no lo hicieron, al menos públicamente, cuando Zapatero, durante su mandato, quitó subsidios a la minería.
En España, todo ocurre y se manifiesta de acuerdo al color político de los actores, mientras el país se encuentra sumido en una crisis económica sin precedentes, heredada de épocas anteriores, y con un presidente de Gobierno que trata, con aciertos y errores, de sortear esta mortífera tempestad. Pero no le dejan y, en vez de apoyar el hombro para sujetar el dique de contención, ayudando así a salvar al país , el resto de esos políticos sólo intentan arrojar más agua para inundar el valle.
Hablemos de los sindicatos (UGT y CCOO): nulos y decorativos durante los gobiernos de Zapatero, parecen haber despertado de su letargo invernal justo cuando se acercaba el inexorable final anticipado del mandato del PSOE. Hoy, casi siete meses después, no le están dando respiro a un Gobierno que, en un alto porcentaje, heredó los males de otro.
Camilo Cavalieri
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