La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, destacó las previsiones económicas para el país para el 2013, asegurando que el próximo año el país saldrá adelante a pesar del difícil panorama financiero internacional.
“Soy, como todos los brasileños, una optimista. Tengo conciencia de los desafíos que la crisis internacional ha lanzado a nuestro país. También sé que los momentos de la crisis se pueden transformar en grandes oportunidades”, aseveró la mandataria suramericana a los medios de prensa local.
En este sentido la jefa de Estado instó a los empresarios a que inviertan en el país, de manera de transformar la crisis en múltiples oportunidades que contribuyan al desarrollo y al progreso de la nación.
Ante esto la presidenta de Gobierno mostró su apoyó a los empresarios del país, garantizando su respaldo a las iniciativas para el desarrollo, crecimiento económico y la ampliación del mercado.
“Este es un gobierno que confía en su pueblo, en su empresariado, que respeta contratos y está empeñado en la construcción de nuevas parcerías entre los sectores público y privado”, expresó.
Por otra parte Rousseff aseguró que dentro de los objetivos de su Gobierno está eliminar la pobreza, crear más y mejores empleos, mejorar el sistema educativo y generar estructuras que aporten a la competitividad de las empresas nacionales, entre otras acciones.
De la misma forma recordó algunas acciones llevadas a cabo durante el 2012, destacando el control de la inflación, el fomento al crédito para el desarrollo de las inversiones privadas, la disminución de impuestos y que en sus dos primeros años de mandato fueron creados 4 millones de nuevos empleos.
“Hemos ampliado el crédito para estimular las inversiones privadas y hemos disminuido impuestos, intereses y desonerado la hoja de pago de las empresas sin reducir ningún derecho de los trabajadores”, afirmó Rousseff.
Opinión
