El ministro de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade Kuribreña, instó a los embajadores y cónsules del país a que trabajen por la integración y cooperación con los países de mundo, dado que este es uno de los ejes de acción que tiene contemplado fortalecer el Presidente Enrique Peña Nieto.
El Presidente de la República estableció la necesidad de lograr “que México sea un actor con responsabilidad global. Un país con participación propositiva en el mundo, dispuesto a fomentar la cooperación entre las naciones, con una diplomacia moderna e innovadora”, afirmó el Canciller mexicano.
Las declaraciones las realizó el titular de Exteriores en el contexto de la ceremonia de inauguración de la XXIV Reunión de Embajadores y Cónsules que, por espacio de dos días, reúne a los representantes diplomáticos de México en el exterior.
Se trata de lograr que México sea “un factor de estabilidad en un mundo convulso, una voz que se escuche, una voz que defienda la libertad y promueva un orden más justo y un mundo sustentable en el Siglo XXI”, acotó José Antonio Meade Kuribreña.
En este sentido el Canciller afirmó que la política exterior debe ser eficaz y responsable; participativa y transparente. Trabajaremos con la sociedad civil organizada, sectores productivos y académicos, con medios, nacionales y extranjeros, con los distintos niveles de gobierno.
Por otra parte el Canciller argumentó que con América del Norte se mantiene una estrecha relación, no obstante, se debe trabajar para cambiar los vínculos de interdependencia por uno de progreso compartido.
En América Latina, la prioridad es encabezar los procesos de diálogo político e integración económica en marcha y, en especial, ampliar y diversificar la cooperación de modo que se logre profundizar los lazos con todas las “naciones hermanas de una región prioritaria para México”.
Con Europa expresó que la tarea es aprovechar la actual situación como una oportunidad y un estímulo para consolidar los vínculos con países de este continente.
De la misma forma valoró los nexos económicos con Asia-Pacífico, ya que estas naciones representan, debido a su pujanza económica y proyección internacional, socios clave para el siglo XXI.
En África y Medio Oriente, debemos ampliar la presencia de México y desplegar esfuerzos sostenidos para construir una relación que históricamente ha sido menos intensa, pero que hoy abre nuevas oportunidades para nuestro país.