El dirigente de la juventud del opositor Partido Nacional, Gonzalo Baroni, caminaba la noche del miércoles por la exclusiva zona residencial de Carrasco, cuando fue interceptado por dos camionetas negras 4 x 4 con matrícula diplomática y vidrios polarizados de donde descendieron una mujer y otros tres hombres, dos de ellos portando uniformes extranjeros. “Tenían pinta de marines. Altos, rapados a los costados de la cabeza, rubios”, observó el dirigente del Partido Nacional que agregó que desde una de las camionetas un hombre vestido de civil, le pidió que mostrara su documento de identidad.
El joven y exigió a su vez que se identificaran ¿Quiénes son ustedes ? ¿Por qué se bajan de un vehículo diplomático?”, les preguntó Baroni. “Somos policías, estamos trabajando para la embajada de Estados Unidos y estamos haciendo una asistencia a los patrulleros y la seccional (comisaria) de la zona”, respondió con frialdad el único de los agentes policiales que habló, señala el artículo publicado por EL PAÏS.
Baroni consultó luego a la comisaría policial 14 de la zona y allí, según su versión le respondieron que “La embajada de Estados Unidos está preocupada por la inseguridad y a partir de ahora van a ayudar a la seccional y los patrulleros de la zona”.
En Twitter Baroni expresó que “solicitud de documentacion de rutina. El tema es que fue en camionetas diplomáticas acompañados por oficiales extranjeros…”
Enterado del hecho el diputado nacional, Pablo Iturralde, llamó al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien no pudo explicar la presencia de los policías patrullando en vehículos de la embajada.
Iturralde pregunta “¿Cuál es el límite de nuestra soberanía cuando efectivos policiales de otro país patrullan nuestras calles? ¿Desde cuándo permitimos que agentes extranjeros, en autos diplomáticos y con policías de civil exijan documentos a compatriotas que caminan su suelo?
Cuarenta años atrás, la misma gente que hoy nos gobierna tildaba repetidas veces a los Estados Unidos como el demonio del Norte. Las culpas de todos los males era exclusivamente propiedad de “el gigante del norte”. Esos mismos que en las décadas del sesenta y setenta repudiaban cualquier símbolo de ese país, son hoy los mismos que hoy piden ayuda a Estados Unidos y dejan que sus agentes patrullan nuestras calles, cediendo paulatinamente nuestra soberanía. No pareció alcanzar con recurrir a ellos cuando el conflicto con Argentina, país hermano, sino que ahora les concedemos otra injerencia en un asunto fundamental para nosotros”, subraya el legislador nacionalista.
El diputado Pablo Iturralde señala que “Hay casos en que la ayuda humanitaria y la presencia de cascos azules es necesaria ante catástrofes naturales o situaciones de guerra interna. Que yo sepa en mi país no pasa nada de eso. Y la última vez que yo miré no teníamos que acudir a otros para que nos indicaran como cumplir con las tareas propias de nuestra República”.
Finaliza diciendo que “El gobierno sigue demostrando que no puede cumplir ni siquiera con funciones básicas de un Estado. Han demostrado no saber como combatir la inseguridad, y hoy se resignan a conceder esta injerencia a los Estados Unidos. ¿Qué más vamos a ceder? ¿Cuánta hipocresía más vamos a tolerar?”
La intromicion de los marines norteamericanos en la Republica Oriental Del Uruguay,llama poderosamente la atencion ya que dicha fuerzas no tienen potestad para patrullar y detener a ningun ciudadano uruguayo.Claramente viola los derechos individuales de los uruguayos y sobre todo la soberania nacional.Espero que las autoridades del ministerio de defensa tomen cartas en el asunto asi mismo el presidente MUJICA.Esta actitud claramente viola los tratados internacionales,fuerza querido pueblo uruguayo.
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