Cuando los políticos emiten sus conclusiones y aprovechan para lanzar públicamente sus dardos envenenados contra los rivales de otros partidos, deberían tener previamente un espacio de reflexión, consultar lo que se va a decir para comprobar que sus acusaciones no tengan el efecto del vuelo de un boomerang que termina volviendo a uno.
La Vicesecretaria General del PSOE, Elena Valenciano, parece ser uno de esos casos cuando dice que su partido y su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, están reclamando la dimisión de Mariano Rajoy porque el suyo es “un Gobierno agónico, bloqueado y noqueado” y nuestro país “necesita un Gobierno distinto”.
¿No hay en los partidos asesores de comunicación que evalúen previamente lo que uno de sus dirigentes va a decir? parece que no, porque si cambiamos el apellido de Rajoy por el de Zapatero, la frase dicha por Valenciano, encajaría perfectamente con los últimos años del gobierno del expresidente socialista, que no dimitió pero debió llamar a elecciones anticipadas porque su gobierno estaba agonizando, además de estar bloqueado y noqueado con el agregado de cinco millones de desempleados.
También está allí el inefable Óscar López, secretario de Organización del PSOE al que solo basta con apretarle un botón para que salga en forma vehemente a lanzar acusaciones en todas las direcciones, muchas de ellas sin analizar previamente el significado de las mismas.
Óscar López aseguraba el pasado 8 de febrero que “los socialistas llevan años publicando las cuentas del partido”. Ante las consultas de los medios de comunicación y ciudadanos, el PSOE se vio obligado a rectificar aclarando que no se trataba de las cuentas del partido, sino de las previsiones o presupuestos de gasto anuales.
Y ni hablar de la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, que conforma con López la primera línea de ataque verbal de los socialistas y tampoco mide lo que dice ya que al referirse a Rajoy ha expresado: “Que se preocupe de cómo va a soportar él el peso de la Historia”, ha recomendado, ya que lo va a colocar “como el peor presidente de la derecha en la reciente democracia de España”, ha dicho la portavoz dejando en claro, sin nombrarlo, quien era el peor presidente de la izquierda en la reciente democracia de España.
En fin, que alguien con un poco de inteligencia los ponga en manos de un grupo de asesores en comunicación política para que no digan tantas barbaridades.
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