“Bolivia ha tomado una decisión que va a cambiar la economía regional en la siguiente década, es una decisión muy importante, ha tomado una decisión que gradualmente y poco a poco y llevando adelante las inversiones que sean necesarias vamos a comenzar a desviar y trasladar el transporte de carga que viene por el Océano Pacífico y que entra a Bolivia, hacia a puertos de Perú”, afirmó García Linera.
En este sentido acotó que la carretera bioceánica que conectará los océanos Pacífico y Atlántico para mejorar la fluidez del comercio en la región, cuya inauguración será a fines de marzo, desemboque en los puertos de Perú, principalmente en el de Ilo, donde La Paz planea construir un terminal portuario.
“Esto significa que la Bioceánica que viene desde Puerto Suárez y que se comunica con las carretas brasileñas, va a atravesar territorio boliviano y en vez de desembocar en el puerto de Arica (Chile) tiene que desembocar en el puerto de Matarani o el corredor de Ilo”, estos dos últimos en Perú, aseguró el representante de Gobierno.
Ante esto afirmó que esta estrategia será más efectiva en dos años más, cuando se concluirá el tramo carretero que unirá La Paz con el puerto de Ilo, sin embargo indicó que ya se empezará a usar el puerto de Matarani en el Perú.
Criticas a Chile
Por otra parte el vicepresidente de Bolivia, criticó al Gobierno de Chile asegurando que pone obstáculos a la integración regional, acotando que es uno de los países del área que más entorpece la unión de las naciones del continente.
“Nuestra región está designada para ser una región poderosa, pero requiere la integración de sus pueblos, de sus gobiernos, de sus Estados, y no cabe duda que hoy por hoy el Gobierno chileno es el Gobierno que más obstáculos está colocando a esta integración regional”, afirmó García Linera.
En este sentido destacó que Bolivia con con Brasil, Perú, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Argentina y Colombia, tiene buenas relaciones bilaterales, ya que todos estos abogan por la integración regional, no obstante, Chile no quiere unirse a ese proceso porque su Gobierno continúa con su pensamiento retrograda, “anclado en el siglo XIX”.
Opinión
