El presidente ha expuesto las dos ideas fuerza en que se asienta la visión del Gobierno español para resolver la crisis en Europa: responsabilidad y cohesión. Considera que los miembros de la eurozona “debemos acreditar que somos socios creíbles y cumplimos con nuestros compromisos, que hemos identificado las medidas cuya adopción resulta insoslayable y que vamos a llevarlas a cabo con determinación”.
A cambio, los miembros embarcados en una dinámica de reformas estructurales y ajustes de gran calado “esperamos contar con el apoyo del resto de socios y de las instituciones, para que el esfuerzo y los sacrificios que estamos realizando no se hagan a costa de la cohesión, que es un valor fundacional de la Unión”.
El presidente ha reconocido las dificultades que esto implica, entre otras cosas porque “las sensibilidades sobre algunas materias son muy distintas en unos países y en otros”. Además todo avance en Europa necesita unanimidad y cualquier país puede ralentizar determinados cambios. Como consecuencia, “hay que negociar hasta la extenuación para que el principio de cohesión este siempre presente”.
Resultados
En cuanto a los resultados concretos del Consejo Europeo, Mariano Rajoy ha asegurado sentirse satisfecho, aunque “me hubiera gustado ver un ritmo superior en los trabajos y una mayor intensidad en la puesta en práctica de los planes aprobados”. Según ha explicado, las prioridades marcadas coinciden básicamente con las del Gobierno: “Consolidación fiscal diferenciada y compatible con el crecimiento; restauración del crédito a la economía; promoción del crecimiento y la competitividad; atención al desempleo y a las consecuencias sociales de la crisis y, por último, modernización de las Administraciones Públicas”.
El presidente está de acuerdo con el diagnóstico que ha llevado a establecer estas prioridades: “La falta de crecimiento en Europa y los inaceptables niveles de desempleo hablan por sí solos de lo crucial que es aumentar los esfuerzos para darle la vuelta a la situación”.
Para concretar todo esto, el próximo Consejo Europeo de junio “debe tomar decisiones importantes”. Además, “los presidentes del Consejo y la Comisión deberán presentar un programa concreto sobre coordinación de políticas económicas, dimensión social de la UE, posibilidad de introducir convenios para fomentar la competitividad y el crecimiento, y mecanismos de financiación de apoyo a las reformas estructurales”.
Rajoy ha asegurado no tener la menor duda “de que afrontamos la crisis más profunda en la construcción europea”, pero que ésta “no afecta a sus fundamentos, principios y valores, que son los cimientos sobre los que se levantó el edificio europeo y que siguen, en mi opinión, plenamente vigentes”. Una mayor integración política y económica constituye, desde su punto de vista, la clave para afrontar el futuro.
Para ello, el presidente ha abogado por “recuperar el apoyo y la participación de los ciudadanos en el proyecto europeo. Los ciudadanos deben tener la convicción de que son los protagonistas de ese proyecto y de que Europa atiende sus necesidades”. También, ha pedido a los grupos su colaboración con “reflexiones, iniciativas y propuestas” para obtener el máximo consenso posible.
Respuesta a los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios
En la respuesta a los portavoces de los grupos parlamentarios, el presidente ha insistido en que el Gobierno tiene clara la política económica que está desarrollando y una estrategia bien diseñada. Ha rechazado las críticas planteadas por algunos grupos respecto a la falta de concreción de las decisiones que se toman en la UE. En su opinión, Europa avanza y toma decisiones, pero lo hace a su ritmo y con las dificultades que plantea el necesario consenso y las diferencias de intereses entre los miembros.
El presidente ha admitido que el comisario europeo de Economía va a señalar hoy algunos desequilibrios de nuestro país, pero ha aclarado que para su análisis “ha utilizado datos de los años 2009, 2010 y 2011”. En el último año ha explicado que en España se han hecho reformas importantes con “resultados palpables”, pero ha asumido que se mantiene un grave problema de desempleo “que sólo sirve para confirmar que hay que continuar con las políticas reformistas”.
Rajoy ha anunciado que en las próximas semanas se presentará un plan de inclusión social porque el anterior finalizó en 2010. También ha señalado que el plan sobre infancia y adolescencia aprobado en el último Consejo de Ministros recoge importantes medidas contra la pobreza infantil. A este respecto ha recabado la colaboración de los grupos para atender un asunto que es “de estricta justicia”.