Fue golpeada salvajemente y eso la llevó a tener que ingresar en un hospital para atenderle las heridas provocadas por la agresión.
María Corina Machado ha salido al exterior para denunciar el estado de indefensión en el que se encuentran los venezolanos, frente al desgobierno del heredero de Chávez. No duda en señalar que Nicolás Maduro es un títere en las manos de los hermanos Castro y el grupo de militares que tienen negocios que están bajo sospecha.
La situación en Venezuela es de crisis política y económica, a la que se suma el desabastecimiento de los productos básicos, donde hasta se debe luchar para obtener un litro de leche en un supermercado.
La diputada María Corina Machado, responde desde Caracas en forma exclusiva a ICNDiario.
-¿Cómo es su estado de salud luego de la agresión que sufrió en la sesión de la Asamblea Nacional?
– Afortunadamente mejor, recuperándome gracias a Dios, esperando el momento de sentarme nuevamente en mi curul para representar a los venezolanos.
-¿Se mantiene aún la prohibición de Diosdado Cabello que les impide hablar a los diputados opositores en el Parlamento?
-Si, a pesar de las reuniones que hemos celebrado sigue queriendo imponernos el silencio hasta tanto reconozcamos a Nicolás Maduro, cosa que no va a ocurrir, puesto que hemos impugnado la elección. Por ello no ha habido sesión desde el pasado 30 de abril cuando fuimos agredidos.
-¿La libertad de expresión en Venezuela está restringida?
-Cada día se restringen los medios de comunicación y con ello la libertad. No solo a través de CONATEL órgano que regula las comunicaciones que amenaza con procedimientos a los canales de TV sino amenazas directas a los medios. El gobierno ha monopolizado el espectro radioeléctrico a través de una red de medios públicos que supera más de 100 radios, televisoras y prensa escrita. El abuso se manifiesta además en las cadenas obligatorias que el gobierno realiza a diario lo que limita seriamente la libertad.
-¿Existe una persecución contra los trabajadores que han votado por ustedes?
-Desde el 14 de abril a la fecha se han recibido más de 2000 denuncias de despidos y amenazas y persecución a empleados públicos por la sola sospecha de haber votado por Henrique Capriles, llegando al extremo de entrar a los Facebook, cuentas de twitter y teléfonos celulares para chequear si tienen fotos o comentarios contrarios al gobierno. Es decir, persecución por motivos políticos.
-¿Hacia dónde va Venezuela con todos estos hechos que no ayudan a pacificar al país?
-Hacia la profundización de la crisis política. El gobierno entiende por dialogo la sumisión y la aceptación de su ilegitimidad para entablar negociaciones. Las fuerzas de la Unidad Democrática no vamos a aceptar ni condicionamientos a nuestra conciencia como Parlamentarios, ni desistiremos de la impugnación del proceso electoral fraudulento.
-¿Qué riesgos se corren en la actual situación?
-Muchos, personales, familiares, pero la defensa de nuestros valores, principios y creencias democráticas hacen que nos sobrepongamos al miedo para enfrentar con coraje y valentía y los tiempos por venir. Los demócratas estamos convencidos que la lucha es larga, dura y llena de riesgos. Sin embargo los golpes que nos han dado nos han fortalecido y la lucha espiritual y moral nos encuentra fuertes en la defensa de nuestra Patria.
-¿La Unasur ha estado a la altura de las circunstancias?
-Inicialmente si, aunque “avaló” a Nicolás Maduro debido al compromiso del CNE de realizar una auditoría completa y que nombraría una comisión para hacer seguimiento a los eventos posteriores a la elección, ante el incumplimiento y engaño pues nada de lo pactado en Lima el 18 de abril se ha puesto marcha, ha guardado un silencio ofensivo frente al fraude electoral que acordaron revisar. Es la hora de una Cumbre de emergencia que esperamos se convoque en el corto plazo.
-¿Qué le piden ustedes a la comunidad internacional?
-Que no olviden lo que Venezuela hizo por la defensa de la democracia cuando el continente estaba plagado de dictaduras. Que hoy es la democracia de nuestro país quien está en peligro y que el avance del modelo totalitario del socialismo del siglo XXI atenta contra los valores y principios de libertad, respeto a los derechos humanos y democracia republicana. Hoy los venezolanos reclamamos posturas firmes, valientes y decididas. El silencio o la complacencia abonan el camino de la dictadura. La denuncia y la solidaridad con la Unidad Democrática de Venezuela es lo que nos puede salvar de este derrotero. De este golpe a la soberanía popular, al parlamento, a la nación y a la región.
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