En un comunicado el gobierno de la colonia de Gibraltar señala: “que ha dejado absolutamente claro desde el principio que no tiene por objeto excluir a los pescadores españoles de faenar, sino que la pesca tenía que estar en consonancia con la legislación de Gibraltar”. También indica que los problemas que surgen son de las prácticas de pesca utilizadas por los pescadores que estaban en contra de la Ley de Protección de la Naturaleza”.
Contrariamente a sus anuncios, el gobierno de la colonia británica ha arrojado al mar más de 70 bloques de hormigón con la intención de evitar la pesca de los barcos españoles.
En el comunicado el Gobierno de Su Majestad de Gibraltar, reitera que su política sigue siendo de buena voluntad
hacia la solución de las diferencias en el llamado “conflicto pesquero” con España.
La Guardia Civil española comprobó por medio de buzos de la institución, las dimensiones de los bloques y que además tienen unas varillas de metal donde los pescadores españoles denuncian que se enredan y rompen las redes con las que faenan.
Luego de la intervención de la Guardia Civil, el gobierno de Gibraltar ha señalado que “Ha tomado nota de la acción llevada a cabo por la Guardia Civil en aguas territoriales británicas de Gibraltar, en la zona del nuevo arrecife artificial” y según el gobierno colonialista, esto no contribuye a bajar el clima de tensión en esa zona.