Como el tango "Cambalache" (II)

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Tiempo atrás recordábamos que el inmortal tango “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo, sigue teniendo una vigencia indiscutida en este siglo XXI donde todo es igual, nada es mejor…
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!…
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!…
En ese artículo escrito hace varios meses exponíamos algunos casos de evidente arbitrariedad a nivel mundial que horrorizan a cualquiera con un poco de sentido común. Hoy agregamos algunos hechos que indignan.
Nicolás Maduro arrasa con la democracia en Venezuela, la destruye, la pisotea y viola sistemáticamente los derechos humanos con violencia extrema. Y no lo decimos sólo nosotros, lo avalan las denuncias de reconocidas organizaciones internacionales como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), a las que ahora se suma la ONU, entre otras.
En la Venezuela de Maduro, aparecen personajes que merecerían estar en el museo del horror. La obsecuencia de la Fiscalía General es ya un escándalo de servilismo que invalida cualquier dictamen, que por supuesto siempre son favorables al gobierno.
El Tribunal Supremo de Justicia totalmente entregado al régimen chavista, es el claro ejemplo de un organismo que sólo sirve para intentar hacer creer al mundo que en Venezuela hay “justicia”. En el colmo de la injusticia, el TSJ le ha negado el amparo a una periodista que pedía poder entrar a cumplir con su trabajo en la Asamblea Nacional, feudo dominado antidemocráticamente por Diosdado Cabello, donde habla a quien él le permite, en un ejercicio de intolerancia estalinista, digna de la desaparecida Unión Soviética.
En Europa, las cosas no son mejores. El presunto Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, ha permitido que crueles y despiados asesinos como los integrantes de la banda criminal ETA salgan a la calle en libertad, junto con violadores y asesinos en serie, sin exigir precauciones al menos para proteger a los ciudadanos inocentes.
En España, la reforma que limita la justicia universal, restringe los casos en los que pueden intervenir los jueces españoles. La reforma supone que sólo se puedan investigar y enjuiciar en España delitos graves cometidos fuera del territorio nacional como los de genocidio y lesa humanidad cuando la causa se dirija contra españoles o extranjeros que hayan adquirido la nacionalidad española.
Por lo tanto, se anuncia que excarcelarán a otros siete narcotraficantes extranjeros que fueron capturados en alta mar y que estaban a punto de ser juzgados, entre otros narcos ya liberados.
La Fiscalía Antidroga se ha opuesto a todas las libertades y ya ha anunciado recursos ante el Tribunal Supremo.