En declaraciones a medios de comunicación, González Pons ha negado que el resultado suponga el fin del bipartidismo en España ya que, en su opinión, lo que refleja es que el electorado del PP se ha abstenido, mientras que el Partido Socialista sufre una grave crisis que le ha llevado a perder su electorado, que se ha diseminado.
Un PSOE en caída libre
“Al PSOE le está comiendo la extrema izquierda por los pies”, ha afirmado. Así, se ha mostrado convencido de que en otro contexto los votantes de centro seguirán en el Partido Popular, y preocupado, “y mucho”, por el auge de partidos de extrema izquierda, como aquellos que han hecho campaña desde las posturas de Cuba y Venezuela, que no son europeístas.
Victoria en circunstancias difíciles
En este sentido, el dirigente popular ha agradecido al electorado la comprensión que ha demostrado al seguir confiando en el PP y ha destacado que “pese a todo hemos ganado en las circunstancias más difíciles”. A pesar de ello, ha admitido el enfado de parte de los votantes que no entienden alguna de las medidas que el Ejecutivo se ha visto obligado a llevar a cabo, y se ha mostrado confiado en recuperar el apoyo de los que entiendan que el Gobierno ha hecho lo que había que hacer.
De esta manera, ha añadido que estamos saliendo de la crisis y que los sacrificios que todos ellos han llevado a cabo, no han sido inútiles. “El PP está en buena disposición para reconciliarse con su electorado”, ha afirmado.
González Pons ha explicado que pese al nuevo escenario europeo, donde han surgido muchos partidos extremistas que han obtenido representación en el Parlamento y que son euroescépticos, la mayoría sigue en manos de populares y socialistas, que tienen que gobernar juntos y que van a hacer lo que tienen que hacer.
Cataluña
Por último, ha hecho una valoración de los resultados electorales en Cataluña y ha asegurado que Mas le ha regalado espacio político a ERC, por lo que debe volver a la sensatez y al diálogo. Así, tras explicar que los votantes siempre eligen “el original a la copia”, y que en este caso CiU se ha convertido en la copia de ERC, ha insistido en que la política en Cataluña debe volver a los cauces de racionalidad y CiU “a los problemas reales de los ciudadanos”.
“El Gobierno seguirá con la mano tendida para el diálogo dentro de la ley y la Constitución”, ha concluido.
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