El Padre Ángel, un mensajero de la paz desde España al mundo

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El Padre Ángel en un momento de la entrevista con Álvaro Fuente
El Padre Ángel en un momento de la entrevista con Álvaro Fuente
El Padre Ángel estuvo nuevamente en Jordania en oportunidad del peregrinaje del Papa Francisco a Tierra Santa y a la vez para coordinar los nuevos proyectos, con los refugiados sirios e iraquíes, que desarrollan desde Mensajeros de la Paz. Allí mantuvo una entrevista con Álvaro Fuente, para ICN.
-En los 55 países donde trabaja su ONG, Mensajeros de la Paz, ayudan de forma directa a más de 22.000 familias, acogen a cerca de 15.000 niños y a 7.000 personas mayores, con diferente problemática. ¿Cual es su labor en Jordania?
-Jordania es el centro de todo Oriente, donde sus países vecinos se encuentran al borde de la catástrofe social y política casi siempre por las guerras.
Aquí tenemos al Padre Carlos Jaar, presidente de Mensajeros de la Paz para todo Oriente medio. Juntos, trabajamos sobre todo por y para los refugiados, no solo los de Siria, si no también por los palestinos e iraquíes, que continúan cruzando la frontera desde que comenzó la guerra allá por el 2003.
El Padre Ángel con el Padre Carlos en Zaatari (Foto: Álvaro Fuente)
El Padre Ángel con el Padre Carlos en Zaatari (Foto: Álvaro Fuente)

-Usted conoce el campamento de refugiados sirios de Zaatari desde que se instalaron las primeras familias. En sus continuas visitas ha visto crecer y evolucionar la vida en el campo. Ahora son casi 150.000 habitantes, la 4ª ciudad más poblada del país. Cómo ve la situación actual?
-Con mucha preocupación. Casi es que ya no disminuyan los habitantes de esta ya gran ciudad, si no porque no se ve una esperanza, no se ve una salida ni tampoco alguna preocupación mundial. Las grandes potencias como EEUU, la asamblea de la ONU, la Unión Europea,.. deberían preocuparse más y dejar de dar prioridad a unas leyes que miman a los menos necesitados en vez de conseguir derechos fundamentales a todas las personas, de poder comer, trabajar, de migrar, de ser ciudadanos en un lugar u otro, sin impedimentos ni vallas ni muros ni concertinas. Por eso, cuando uno ve a estos niños, me pregunto, que será de esos pueblos dentro de 15 o 20 años, familias enteras que lo han tenido que abandonar todo para buscarse la vida y en el caso de los sirios, salvar sus vidas.
Hoy el Papa ha tenido varios momentos de recuerdo a los refugiados. Ha realizado un llamamiento internacional para que no se deje sola a Jordania y haga frente a la emergencia humanitaria de los exiliados. Espero que estas palabras ayuden a estas millones de personas que han escapado de la peor manera posible de sus hogares destruidos.
-Cual es la prioridad o el protocolo de actuación para una organización como la suya de cara a trabajar con los refugiados?
-Lo primero que no pasen hambre, y después acogimiento y mucho cariño. Les ayudamos también con la ropa, medicamentos, juguetes para los niños. O construyendo casas, como las que entregamos aquí en Zaatari para 30 familias desestructuradas cuyo padre está combatiendo o ha perdido la vida en el frente. Una labor conjunta con la Agencia de Cooperación Asturiana y la Consejería de Bienestar Social. Además hemos entregado un autobús con servicio médico que opera la Cruz Roja y una ambulancia.
Creo que Asturias ha sido de las pocas regiones que han sido sensibles con el pueblo sirio. Tenemos que sentirnos orgullosos de que nuestra región haya ayudado a salvar y proteger vidas. Aunque también hay que sentirse triste porque otras autonomías no hayan ejercido esa solidaridad.
Siria está muy polemizada. Se cree que si se ayuda a este país se enfadarán los EEUU. No sé el motivo. Pero lo que si sé es que hay pocas ganas de ayudar al pueblo de Siria por temor a que se tambaleen ciertos convenios o contratos comerciales.
Precisamente, ayer durante el discurso del Papa a los refugiados, llamó criminales no solo a los violentos y a los que provocan la guerra, si no a los que fabrican y comercian con armas.
-Desde Mensajeros de la Paz han tenido que modificar sus prioridades para atender a la población necesitada en España. ¿Qué proyectos tienen en marcha para paliar esta situación actual?
-Lo que no hacíamos desde nuestros inicios, que era crear hogares, residencias, hemos tenido que volver a crear comedores, centros de atención para las personas que a veces no tienen ni ropa que ponerse, para los niños sin material escolar, para la gente que no tiene para comer, ya no digo tres veces al día. Hay gente que no come ni una vez al día. Todos necesitan la ayuda de los demás. Y eso a veces les molesta a los políticos, cuando salen las estadísticas saltan como monstruos diciendo que no es verdad, que es exagerado… mire, yo les he invitado a que vengan a escuchar a esa pobre mujer con hijos y que abre la nevera para darles de comer sabiendo que no tiene nada. Pues que vengan para que se sensibilicen. No hace falta hacer demagogia, ni ser pesimista, pero sí realista, y sobre todo, tener esperanza.
Por ejemplo, en Asturias, se nota poco la crisis, porque la levamos sufriendo mucho tiempo, sobre todo en las cuencas mineras. Los políticos no hicieron todo lo que podrían haber hecho por la región y menos aún por la minería. Se han preocupado mas de grandes centros comerciales, monumentos, auditorios en vez de preocuparse de crear puestos de trabajo en vez de reivindicar que cuando se perdían esos puestos, en las fábricas o en las minas, nos estamos dedicando a realizar grandes obras, algunas necesarias, sí, pero muchas más inútiles.
Asturias y el mundo no lo pueden cambiar ni el arzobispo de Oviedo, ni los curas, ni las ong´s. Los únicos que lo pueden cambiar son los políticos si dejasen los colores de sus partidos aparcados en un cajón.
-Otra razón por la que usted se encuentra aquí ha sido para acompañar al Papa Francisco en Ammán. ¿Qué representa esta visita a Tierra Santa?
Su visita a Palestina, Israel o la de hoy a Jordania en el 50 aniversario de la peregrinación de Pablo VI es un encuentro histórico. Por cierto, que fue Pablo VI el que nos recibió en el Vaticano cuando comenzamos con la Cruz de los Ángeles, fuimos con los primeros niños que acogíamos en Oviedo.
Francisco es un Papa que no viene a dar sermones, viene a bendecir y a acariciar, no quiere estar solo en un púlpito. No viene en coche blindado, aquí, al lugar del bautismo de Jesús ha llegado en un cochecito de golf, lo que quiere es sentir la cercanía de la gente.
Aquí el que quiere besar a la gente es él, el que quiere abrazar a las personas es él, el que quiere poner los pies en la tierra es el Papa. Bajarse de esa silla gestatoria, es este Papa.
Hoy volvió a demostrar que es el Papa de los pobres, como yo había dicho. Ha llamado a recordar siempre la humildad de Jesús, que se ocupa de las heridas humanas para sanarlas. Aunque alguno me ha llamado la atención increpándome que no se debía poner calificativos al Pontífice. Pero su discurso de hoy me ha dado la razón. Hay Papas de la doctrina, de la eucaristía y este es el de los pobres. Además, no creo que sea pecado decirlo.
Es más, he tenido ocasión de saludarlo a la salida de su encuentro con los refugiados y así se lo he dicho. Que siga siendo el Papa de los pobres. Que ha traído la esperanza a tanta gente que lo está pasando mal. Que siga siendo ese Papa en que tantas personas creemos en él. Me contestó: muchas gracias, Padre Ángel. Es una bendición de Dios, y no solo de gestos, como también reprochan algunos porque anda con zapatos negros, si anda con zapatos negros es que anda por la calle.
El Padre Ángel ante un cartel anunciando la visita del Papa (Foto: Álvaro Fuente)
El Padre Ángel ante un cartel anunciando la visita del Papa (Foto: Álvaro Fuente)