El Consejo de Ministros de España ha aprobado el nuevo sistema de retribución para las instalaciones productoras de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, de cogeneración y de residuos. La nueva normativa, que sustituye al sistema de primas, forma parte de la profunda reforma emprendida por el Gobierno para equilibrar el sistema eléctrico e impedir que se vuelvan a generar déficits.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha explicado que los objetivos del nuevo sistema son “dotar de mayor estabilidad y rentabilidad al sistema e introducir certidumbre en el sector”.
Soria ha recordado que entre los años 1998 y 2013, las primas a estas instalaciones han supuesto más de 56.000 millones de euros “que todos los ciudadanos hemos pagado en concepto de prima”. Estas subvenciones se incrementaron en más de un 800% desde el año 2005, alcanzando en 2013 más de 9.000 millones de euros al año.
El ministro ha aclarado que el Gobierno “seguirá impulsando las energías renovables” pero con un sistema de incentivos a la inversión que sustituye al sistema de primas, porque con éste “hubiéramos ido directos a la quiebra”. “El nuevo régimen retributivo va a permitir que todas las instalaciones, renovables, de cogeneración y de residuos, puedan competir en condiciones de igualdad con el resto de tecnologías que no son renovables al percibir un incentivo a la inversión basado en una serie de estándares”, ha añadido.
Soria ha indicado que para fijar los estándares hay que tener en cuenta el tipo de instalación, la potencia instalada y su antigüedad. A cada tipo de estándar le corresponderá un parámetro retributivo. Por una parte, estarían los ingresos estándar, que vienen directamente del precio de mercado del megavatio, y por otro los costes estándar de explotación, el valor de la inversión inicial y la vida útil del proyecto.
Preguntado al respecto, el ministro ha explicado que la rentabilidad de las empresas de energías renovables no puede ser independiente de la evolución de la economía. Así, la denominada rentabilidad razonable “tiene que ir conforme a lo que pueda retribuir el sistema eléctrico y, sobre todo, tener en cuenta la vida útil del proyecto y a lo largo de ese proceso aplicar la rentabilidad razonable”.
Por otra parte, el Gobierno ha modificado aspectos puntuales de la planificación energética de los años 2008-2016 para incluir actualizaciones de carácter técnico.