Hoy ha dado una prueba más de sus incalificables atropellos; hizo todo lo ilegalmente posible-como si fuera legal- para eliminar a Uruguay de la competición. Castigó a Luis Suárez por una presunta mordida y dejó que infracciones salvajes cometidas por otros, no recibieran pena.
Como será de ilegal lo que hicieron Blatter y sus acólitos, que la Red Latinoamericana de Jueces, emitió un duro comunicado donde expresa que la FIFA se extralimitó en sus funciones e impuso penas que no corresponden a Suárez, ya que van más allá del ámbito deportivo.
Los jueces latinoamericanos expresaron:
“En toda pena debe respetarse la necesaria proporcionalidad entre la falta y la sanción, que la limite a la medida justa y que no provoque estigmas, discriminaciones o efectos que excedan el ámbito de incumbencia, afectando otros derechos ajenos a la propia competencia deportiva, a saber el derecho al trabajo, de reunión y a transitar libremente por el territorio de un Estado. Estas cuestiones están afectadas exclusivamente a la potestad jurisdiccional”.
Algunos colombianos adhirieron a la bajeza de la FIFA
Fue lamentable la actitud de algunos aficionados y jugadores de Colombia, para con Uruguay, que sabiendo la situación del acoso de la FIFA-algo que también van a sentir si siguen avanzando en la copa-no escatimaron en gritar desde las tribunas ¡Eliminados, eliminados!, o ¡Suárez mordedor!. Una cosa es ganar como lo hicieron con justicia, ante un equipo acosado por la FIFA y otra muy distinta es el agravio innecesario. La solidaridad latinoamericana no existe y y algunos colombianos-no todos-lo han demostrado.
Jugadores como Armero, que provocaba con jugadas sucias, golpeando un balón cuando Gastón Ramirez iba a efectuar un tiro libre, o Yepes que se pasó el partido buscando provocar a los rivales.
En medio de todo es comprensible, Colombia nunca fue nada en el ámbito del fútbol mundial y es la primera vez que avanzan tanto en una copa del mundo. Es entendible que se enloquecieran.
Viendo esto, personalmente espero que Brasil los vuelva a la realidad.
Finalmente, los cobardes han ganado, y cuando digo cobardes me refiero a la FIFA y a sus lamentables decisiones y sólo cabe preguntarle a Blatter si se siente feliz por haber aplicado sus ilegalidades para eliminar a Uruguay.
Un amargo triunfo que no debería festejar mucho, ya que tarde o temprano, la justicia lo va a terminar alcanzando y ante un jurado deberá explicar sus tropelías.
Opinión
