Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y Caribe (CEPAL) y la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) analiza los principales programas que impactan sobre este grupo.
Los países de Iberoamérica invirtieron en gasto público social en 2012 el 21,2% del PIB regional, y el 12,2% de éste, uno de cada diez dólares, se destinó a las personas jóvenes, según el informe Invertir para transformar, elaborado conjuntamente por la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
A pesar de que tres de cada 10 personas en Iberoamérica son jóvenes, este estudio concluye que existe un déficit cercano a 50% en la participación del gasto público en juventud.
También explica que para favorecer a este colectivo es necesario, además de direccionar el gasto público, potenciar políticas más amplias, tales como la inversión en educación, seguros de desempleo o la capacitación para el empleo.
El estudio señala que la incorporación de los jóvenes al mundo laboral les permite ser parte de la sociedad de manera autónoma y facilita el desarrollo interpersonal y el reconocimiento recíproco en otros colectivos.
Según la investigación, los países que destacan en la elaboración de estos programas son Argentina, Chile, Honduras, España y Portugal por sus esfuerzos en formación profesional para el empleo.