En respuesta a una pregunta del senador socialista Óscar López sobre el cumplimiento del programa electoral, el presidente ha señalado como principal logro de su Gobierno “el haber superado una gravísima crisis económica, probablemente la más importante que ha tenido España en décadas”.
A juicio de Mariano Rajoy, además de evitar la quiebra y el rescate del país, su Ejecutivo ha logrado aumentar la competitividad de la economía española y que haya crecimiento y creación de empleo. “Ahora lo que nos queda es perseverar, mantener las políticas económicas que hemos llevado a cabo a lo largo de todo este tiempo y, a partir de ahí, podemos afrontar el futuro con mucho mayor optimismo que lo que podíamos hace tres años”, ha manifestado.
Al inicio de la legislatura, ha recordado, la economía se encontraba en recesión, se habían perdido tres millones y medio de empleos y 70.000 millones de euros en recaudación, la prima de riesgo llegó a “niveles insoportables”, había muchas facturas sin pagar a los proveedores y España sufría “todos los desequilibrios posibles”: déficit público y exterior, inflación, deuda externa, sistema financiero…
En estos tres años, ha dicho Rajoy, el Gobierno ha dado “la vuelta a la situación” y “los resultados, aunque todavía queda mucho que hacer, están a la vista”: en 2014 la economía española creció un 1,4% y el número de personas ocupadas aumentó en más de 400.000. Y en 2015, ha añadido, “vamos a ser el país, de los grandes de la Unión Europea, que más crezca y el que más empleo genere”. El presidente también se ha felicitado por los últimos datos conocidos en materia de consumo, venta de automóviles y viviendas, turismo y crédito.
Reformar la Constitución requiere sosiego
El presidente del Gobierno ha reiterado que no se opone y es partidario de hacer “reformas concretas” en la Constitución, pero en este momento no lo ve oportuno porque quienes lo solicitan “no tienen claro exactamente qué es lo que quieren”. En su opinión, no hay acuerdo sobre el contenido ni sobre el sentido de la reforma y se desconocen los apoyos con los que contaría.
“Creo que en este momento lo mejor es dejar las cosas donde están, concentrarnos en lo fundamental y tener muy claro una cosa: al socaire de un problema político que planteen algunas fuerzas políticas concretas, no es bueno reformar la Constitución, ya que requiere sosiego, tranquilidad y no estar presionados por nadie”, ha agregado.
El presidente respondía así al senador de Entesa Catalana de Progrés José Montilla, quien le ha preguntado sobre una eventual reforma de la Carta Magna en lo que resta de legislatura.
Rajoy ha coincidido con Montilla en que se pueden plantear reformas para terminar con la discriminación de la mujer en la sucesión a la Corona o para que se mencione a las autonomías en el texto, pero estima que no son temas que justifiquen una reforma urgente. A su juicio, en la parte final de la legislatura las prioridades son otras, entre las que ha citado superar la crisis, crear empleo, mantener el Estado del bienestar y evitar la quiebra de algunas instituciones públicas.