Una noticia conocida este jueves confirma que el mundo involuciona y le cuento amigo lector, pero no se ría. El Consejo Directivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de la Plata, en Argentina, otorgó por unanimidad el Premio Rodolfo Walsh a la Comunicación Popular al presidente de la República, Nicolás Maduro.
La casa de estudios-según cuenta el portal oficialista AVN- reconoció en el jefe de Estado venezolano su esfuerzo para preservar la integración latinoamericana, desde la perspectiva de la comunicación vinculada al bienestar de los pueblos, así como el rol en la democratización de las comunicaciones en Venezuela, mediante la creación de medios de comunicación comunitarios.
Sí, ha leído bien, el rol de Maduro “en la democratización de las comunicaciones en Venezuela”.
Diarios cerrados, negativa del régimen chavista a otorgar divisas para la compra de papel, acoso y amenazas constantes a periodistas que no le son obsecuentes y denuncias judiciales para silenciar la libertad de expresión. ¿Eso es democratización?. No; es una burla a la inteligencia de la gente.
“Se reconoce además las políticas de inclusión educativa y alfabetización del Estado Venezolano y la firme defensa contra los ataques golpistas de los grupos concentrados de medios de comunicación en el país y en la región latinoamericana y caribeña”, explicó Rodrigo Cabezas, profesor universitario y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) para asuntos internacionales, citado en un boletín de prensa del Parlatino.
Si uno ve a quienes le entregaron este premio, sacará sin dudas sus propias conclusiones: el expresidente Hugo Chávez Frías, Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Cristina Fernández de Kirchner (Argentina).
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