Públicamente Sánchez aseguró que nunca pactaría con fuerzas populistas como la formación Podemos de Pablo Iglesias y dijo textualmente: ‘Ni antes ni después el Partido Socialista va a pactar con el populismo’ y agregó: “el populismo es la Venezuela de Chávez, la pobreza, las cartillas de racionamiento, la falta de democracia y, sobre todo, la desigualdad”, dijo en una entrevista en Antena 3 en septiembre de 2014.
Pero Pedro Sánchez parece ya ser Rodríguez Zapatero y transitar el mismo camino que finalmente llevó al PSOE a la debacle que hoy vive y que pretende revertir.
Según informan los medios de prensa, el PSOE y Podemos han alcanzado este lunes un acuerdo para facilitar la investidura del candidato socialista, Emiliano García-Page, como presidente de Castilla-La Mancha. La candidata del PP, María Dolores de Cospedal, ganó las elecciones por mayoría simple, por lo que la suma de los dos partidos la deja en la oposición.
Pedro Sánchez parece haber hecho suya una polémica y famosa frase del expresidente uruguayo José Mujica: ‘Hoy te digo una cosa, mañana te digo otra’.
No tiene idea de donde está parado y que terminará siendo usado por los populistas que también tienen un doble discurso ya que aseguraban que nunca pactarían con la casta del PP y el PSOE.
Es tan burda la maniobra de Pedro Sánchez que deja al descubierto las carencias enormes que tiene y que el cargo de secretario general del PSOE le queda holgado.
Como ejemplo solo hay que comparar para ver la “inteligencia” de Sánchez; mientras Felipe González fue a Venezuela a defender a los presos políticos del chavismo, Sánchez pacta con los prochavistas de Podemos.
En el colmo de su cambio radical ahora Sánchez dice: “el PSOE ha demostrado que podemos llegar a acuerdos con Ciudadanos, con PNV, con Podemos… y, en consecuencia, que somos un partido que puede garantizar gobiernos fuertes, estables, que tienden la mano al resto de formaciones políticas”.
Aunque sean populistas, le faltó agregar en el caso de Podemos.
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