Quito, (Andes).- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó este lunes en Quito un informe sobre el diagnóstico del Servicio Público en Ecuador, en el que se asegura que este país andino pasó del puesto número 21 en 2011, al sexto lugar en este año, gracias a las políticas implementadas, y se ubica por encima del promedio de desarrollo en la calidad del servicio público en la región.
“Claramente está por encima del promedio regional que aumenta y no es el mismo que teníamos en 2004 y en 2015. Aun así Ecuador logra superar el promedio y se ubica en el sexto lugar sobre 16 países, al mismo nivel que México que estaba en 41 puntos y Perú”, precisó Luciano Strazza, consultor externo del BID, quien realizó el estudio.
Ecuador en 2004, cuando se hizo el primer estudio legal entre 18 países, ocupaba el antepenúltimo lugar con 15 puntos. En ese año el promedio regional era de 30 puntos. Siete años después, en 2011, seguía ocupando ese puesto con 21 puntos, mientras el promedio regional era de 38.
A decir de Stranzza, el salto de calidad global se puede notar en todos aspectos relacionados con eficiencia, desarrollo en temas de salud, educación, seguridad, entre otros.
“Ecuador logra lo que no han logrado muchos países que es acompañar el crecimiento económico con crecimiento institucional. Países que tienen crecimiento económico necesariamente deben tener capacidad institucional porque el crecimiento económico permite generar bien público y la capacidad institucional permite entregarlos con calidad a la ciudadanía”, explicó.
Pese a que las mejoras en el servicio público aumentan las inversiones en capital humano, el experto considera que “la inversión en capital humano no significa un gasto oneroso para el Estado y está dentro de los estándares internacionales”.
Los estándares internacionales, dijo Stranzza, recomiendan que no se debe gastar más del 25% del Presupuesto General del Estado (PGE) en el pago de salarios, Ecuador destina el 22% de su presupuesto para pagar salarios en el sector público.
Morgan Doyle, representante del BID en Ecuador, explicó que estudios realizados en otros países, no solo de América Latina, “demuestran que un servicio civil profesionalizado contribuye a mayor crecimiento económico, incremento per cápita, menos corrupción, menor pobreza, mejoras en los servicios públicos y mejor ejecución de presupuesto en la inversión”.
Por su parte, Paola Hidalgo, viceministra del Trabajo de Ecuador, señaló que el objetivo del estudio era “mostrar los avances del Ecuador en el servicio público, visto desde ojos externos”.
“El informe reafirma que la discusión no se centra en el tamaño del Estado, sino en la capacidad que tenga para atender las demandas de la ciudadanía y para garantizar sus derechos consagrados en la Constitución”, aseveró Hidalgo.
La funcionaria además comprometió a la institución a seguir “emitiendo leyes y reglamentos para regular y unificar las remuneraciones en el sector público y centrarnos en brindar asistencia técnica en las distintas unidades de Talento Humano de las instituciones públicas”.
El estudio está basado en una metodología que se elaboró en el BID en 2002 y se ha aplicado en toda la región y lo que busca es medir cuánto se han adoptado las buenas prácticas adoptadas en la Carta Iberoamericana de la Función Pública.
A decir de Morgan, Ecuador es el país que “más se ha movido y ha avanzado en el desarrollo de su servicio civil en los últimos años y se ha colocado dentro de los países que tienen el nivel más alto de desarrollo del servicio civil en la región”.
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