A pocas horas de la elecciones en Cataluña, el presidente de la Generalitat Artur Mas, aseguró ayer en una entrevista que ha sido emitida en la CNBC que “la mayoría de catalanes están determinados a ser libres” y que “es difícil ver un escenario diferente y mejor a la independencia”.
Empleando nuevamente su ya gastada retórica independentista, Artur Mas intentó explicar a la periodista de la cadena Julia Chatterley, que “independencia significa libertad, defender nuestra cultura y tener las herramientas adecuadas para trabajar por el futuro”, el jefe del Ejecutivo ha insistido en que “Cataluña quiere seguir en la Unión Europea y en la zona euro”.
En este contexto, Mas ha lamentado que ahora, “en lugar recibió sólo amenazas del gobierno central, deberíamos estar hablando de los pros y contras de la independencia” y ha explicado que si el próximo domingo se obtiene una mayoría a favor del sí, “comenzaremos el proceso para conseguir un estado catalán”.
Para el presidente, “el nuevo Gobierno tendrá que hacer los deberes y negociar con Madrid los términos”. “Queremos llegar a acuerdos, nos interesa a todos, España incluida”, remachó.
El presidente de la Generalitat ha aprovechado su intervención ante la audiencia internacional para explicar que una Cataluña independiente “compartiría la deuda pública española”, aunque ha advertido de que en este aspecto también “deberá negociar en qué proporción se compartirán activos y pasivos “.
En clave económica, el presidente ha puesto de relieve “la importancia del mercado catalán para las multinacionales y los bancos españoles” y se mostró convencido de que “nadie quiere irse”.
Ha vinculado los comunicados hechos públicos la semana pasada por La Caixa y el Banco de Sabadell a presiones del Gobierno central y, respecto a las amenazas de gobernador del Banco de España de un posible “corralito” y la posterior rectificación admitiendo que sería casi imposible, el jefe del Ejecutivo considera que debería dimitir.