La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) involucrada en los casos de corrupción de la FIFA, vuelve a despertar suspicacias al decretar una amnistía que reduce a la mitad las penas aplicadas a jugadores y a una tercera parte los de los clubes con sanciones pendientes, con el insólito pretexto de festejar los 100 años de la institución.
La medida ha provocado la inmediata renuncia del uruguayo Adrián Leiza Zunino, vicepresidente del Tribunal de Disciplina, quien dijo en una entrevista con Radio La Red de Argentina que “Esto no es un fallo, esto es una resolución política. La amnistía no figura en el Estatuto de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), es ilegítima. Hay una interferencia de lo político. Presentaré mi renuncia porque no comparto esto y no puedo estar en un lugar donde no comparto las posturas”.
Entre otros beneficiados, la medida favorece al equipo de Boca Juniors que tiene suspendido su estadio por los desmanes ocurridos en el Superclásico del año pasado, cuando en un partido de la copa Libertadores un fanático le aplicó gas pimienta a los jugadores de River Plate.
Pero la insólita resolución tiene la firma de un español, Gorka Villar, el hijo del presidente de la RFEF.
Gorka Villar esta acusado de extorsionar a ocho clubes uruguayos a propósito de la venta a la baja de los derechos televisivos de la Copa Libertadores, a los que habría amenazado para que levantaran las denuncias en contra de la Conmebol, pero la Justicia uruguaya ha solicitado la comparecencia de Villar para que declare por sus presuntos ilícitos.
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