El expresidente de Uruguay, José Mujica, dijo ayer en una conferencia en Córdoba, Argentina, que “ser presidente no es fácil” y que en su caso particular, “para venderle unos kilos de naranjas a Estados Unidos” se tuvo “que bancar a cinco locos de Guantánamo”.
La indignación se hizo patente en las redes sociales, ya que Mujica contra la opinión de la mayoría de los uruguayos y en un intento de hacer méritos para postularse a los premios Nobel, trajo presos de Guantánamo, algunos con casos de terrorismo y que han generado problemas en el país y dos de ellos han golpeado a sus mujeres por lo que debió intervenir la justicia y colocarles tobilleras electrónicas de control.
“Ser presidente no es fácil y las negociaciones internacionales menos. Yo para venderle unos kilos de naranjas a Estados Unidos me tuve que bancar a cinco locos de Guantánamo”, dijo.
El senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, señaló que lo que dijo Mujica lo dejó “sin palabras” y que “cada día me produce más vergüenza ajena”.
Por su parte, el diputado del Partido Colorado Ope Pasquet dijo a radio Monte Carlo que siente avergonzado por los comentarios del expresidente.
Dijo que se “deja muy mal a Uruguay ante el mundo” y en el plano interno “desnuda una gran mentira”, ya que en aquel entonces se había presentado el tema de la llegada de los exreclusos como una “medida humanitaria”. “Es una mentira que indigna”, sentenció Pasquet.
El senador del Partido Nacional, Javier García, dijo a la emisora que “es una vergüenza” y que le “sorprende que un presidente negocie presos por naranjas”.
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