La controvertida alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que antes de ocupar el cargo de regidora de la ciudad condal, se dedicaba a vestirse de personaje del comic y vagaba por las calles ‘escrachando’ a políticos, parece no haber cambiado de actitud y actuar con la seriedad con la que debe ejercer su cargo y ahora se dedica a ofender a la policía nacional de España, dentro de las jornadas Barcelona Poesía, colocando frente a una comisaría un poema de Charles Bukowski titulado cuatro policías, algunos de cuyos versos rezan así: «4 polis de aspecto impecable/ están sentados en una mesa/ mirándome./ Supongo que yo/ no tengo tan buena pinta/ a sus ojos./ ¿Por qué no enviamos a esos muchachos a morir/ en alguna guerra?/ Sus madres no habrían/ llorado más/ de diez minutos».
En un comunicado conjunto, los sindicatos policiales SUP, CEP, UFP, SP y ASP emitieron una nota durísima contra la alcaldesa. «Alto y claro decimos que la colocación de este panel es un insulto y una provocación de mal gusto a toda una corporación y a nuestras familias. Es una expresión de bajeza mal disimulada, disfrazada burdamente de supremacía cultural que nadie es capaz de asimilar. Es un ejercicio cobarde y traicionero de presión social contra hombres y mujeres que se dejan la vida diariamente por los catalanes».
Ada Colau es una impresentable, toda su vida lo ha sido. De casi nula inteligencia solo ha sabido acomodarse para parecerse a un radical sin cerebro. ¿Qué se puede esperar de este tristemente célebre personaje?
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