El Portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha criticado los “vetos” que Albert Rivera pretende imponer tras el 26-J: “es infantil que quien ha perdido las elecciones vete a quien las ha ganado. El que ha perdido las elecciones no se va y además exige que se vaya el que las ha ganado”.
En una entrevista en “Espejo Público”, González Pons ha insistido en que hay un claro vencedor en estas elecciones y lo sensato sería que “se le facilitara el poder formar Gobierno, aunque sería mucho mejor poder tener un Gobierno de coalición”.
González Pons aseguró que “la primera medida de regeneración es aceptar el resultado de las elecciones y Albert Rivera parece que quiere regenerarlo todo menos a sí mismo, ni asume los malos resultados de su partido ni acepta el resultado de las elecciones”, cuando lo normal sería que ahora se sentara a negociar y se intentara formar un Gobierno: “hay que pensar menos en los proyectos egoístas, menos en los proyectos personales y más en el proyecto de todos los españoles”.
El líder del PP en el Parlamento Europeo ha explicado que Bruselas ha acogido la victoria del PP en estas elecciones “con satisfacción y con tranquilidad porque nada inquietaba más en este momento en la UE que España pudiera haber tomado una deriva anti europeísta con un Gobierno de extrema izquierda”.
González Pons explicó que en estos momentos la Unión Europea atraviesa crisis “como nunca en su historia y ahora mismo lo que necesita es que los estados tengan gobiernos estables, gobiernos con liderazgos fuertes y planes para el futuro”.
El Vicepresidente del Grupo PPE en el Parlamento Europeo dijo que en Bruselas preocupaba España por el escenario electoral y en cambio “ahora mismo se contempla con bastante tranquilidad y esperanza”.
González Pons añadió que la repetición de las elecciones se vivió en Bruselas con sorpresa, sobre todo porque “los políticos españoles fuéramos tan incapaces de formar un Gobierno. Si tuviéramos que repetir las elecciones por tercera vez nuestro prestigio en Europa se vendría al suelo, dejarían de considerarnos un país serio en lo político y probablemente en lo económico”.