Carrió propone la creación de un régimen de responsabilidad penal juvenil que abarca la franja etaria entre los 14 y los 18 años, incorporando institutos jurídicos novedosos y relevantes. Dispone un sistema de responsabilidad penal juvenil con todas las garantías sustantivas y procesales contenidas en la Constitución Nacional y los tratados internacionales.
Establece como sanciones una serie de medidas tales como la prestación de servicios a la comunidad, reparación del daño, órdenes de orientación y supervisión, libertad asistida, privación de libertad durante el fin de semana o en tiempo libre, privación de libertad domiciliaria y privación de libertad en centros especializados para personas menores de dieciocho años, esta última sólo como una medida de último recurso cuando se compruebe la comisión de los siguientes delitos: homicidios dolosos, delitos contra la integridad sexual, robo con arma que sea apta para el disparo, robo cometido con violencia física hacia las personas y secuestros extorsivos.
El último caso que activó la alarma
El salvaje asesinato la semana pasada durante el robo a un adolescente de 15 años baleado en la cara por otro de su misma edad, en Flores, barrio natal del papa Francisco, hizo que se busque la manera de frenar el descontrolado avance de la delincuencia juvenil, que el gobierno anterior, del kirchnerismo no pudo detener.