Correa en Celac pide a la región asumir defensa de los migrantes

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Quito,   (Andes).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, instó este miércoles a los países de la región a asumir una posición de defensa de los migrantes, “no solo de Latinoamérica y el Caribe, sino del mundo”.
“La solución para detener la migración no son muros ni fronteras, es la solidaridad, es humanidad y crear condiciones de bienestar y paz para todos los habitantes del planeta”, enfatizó durante su discurso en República Dominicana, donde se desarrolla la V Cumbre de Presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Dijo que mientras no se logre una justa distribución de la riqueza, no se resolverán los problemas sociales y mundiales. En esa línea, demandó transformar el sistema de las Naciones Unidas para que sea la Asamblea General la que tome las grandes decisiones políticas de la humanidad y ello no ocurra a través del poder de veto de un grupo reducido de países del Consejo de Seguridad.
“Debemos también buscar la manera de gestionar la ciencia, la tecnología, las innovaciones. Si debe existir un bien con destino universal es precisamente el conocimiento”, afirmó.
El presidente Correa hizo un llamado a los países de la región para que “caminen con sus propios pies” y diriman sus divergencias en seno de la Celac y no en la Organización de Estados Americanos (OEA) como hasta ahora.
“Ya es hora de caminar con nuestros propios pies, como decía el prócer uruguayo José Gervasio Artigas”, afirmó al pronunciar su último discurso en la V Cumbre del bloque regional en Dominicana antes de entregar el mando a su sucesor este año y donde reiteró su propuesta de que Celac negocie como bloque frente a la OEA.
El dignatario ecuatoriano comentó que en el propio retiro de Presidentes de esta Cumbre escuchó decir que en Celac solo deberían abordarse las coincidencias de sus miembros y no las divergencias, e incluso que estas citas no son para tomar decisiones, ante lo cual cuestionó para qué vienen los Jefes de Estados a estos foros.
“La pregunta entonces es: en esas condiciones para qué venimos los presidentes; sería suficiente enviar un simple asesor. Si no tenemos que procesar conflictos, por qué se lleva a Venezuela a la OEA. ¿O hay que discutir nuestros conflictos no en Celac sino en Washington? Sinceramente, creo que esto es impresentable en nuestra América el siglo XXI”, aseveró.
En otro orden, señaló que la región pudo avanzar mucho este año en una agenda trascendente, con Venezuela en la presidencia del Movimiento No Alineados (Mnoal) y con Ecuador en la del Grupo de los 77 más China (G77+China), y añadió que en un mundo en función del imperio del capital y no de los seres humanos, la única manera de buscar una mejor forma de organizar la vida en el planeta es con la unidad de los pueblos.
Dijo que la urgencia ecológica demanda acuerdos vinculantes y establecer una Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza, así como crear la Corte Internacional de Justicia Ambiental, “que debería sancionar los atentados contra los derechos de la naturaleza y establecer las obligaciones en cuanto a deuda ecológica y consumo de bienes ambientales”.
Entre otros temas, mencionó que en Hábitat III se acordó la nueva Agenda Urbana para los próximos 30 años, pero señaló que para el desarrollo también es necesario reformar instituciones como la Organización Mundial de Comercio (OMC), que también impone restricciones para que un país pueda regular la inversión extranjera, “la cual mal manejada puede destruir naciones enteras”.
Otra vez reiteró que los países separados serán más susceptibles a que las transnacionales impongan sus condiciones, “pero unidos será lo contrario”, y se refirió a la lucha frontal contra los paraísos fiscales, a los que calificó de “la expresión extrema del capitalismo sin rostro”, y a donde nadie acude para transparentar cuentas.
“Y aunque la evasión y la elusión afectan a todos los países, los más perjudicados somos las naciones pobres y las economías en desarrollo”, aseveró.
Instó a un compromiso radical con la democracia, con igualdad de oportunidades para todos los habitantes y con la noción de meritocracia. “Las grandes desigualdades han creado democracias restringidas o abiertamente ficticias en la que parecería ser que  la soberanía radica en el capital y no en el pueblo”, añadió.
Pidió evitar democracias mercantiles, mediatizadas, y “oenegizadas (en referencia a las ONGs)”, y señaló que una democracia exige también el respeto de los derechos humanos. También expuso que la satanización del poder político en la región y la consideración de que la única fuente de corrupción es lo público, es una estrategia de inmovilización para mantener el statu quo.
El jefe del Estado ecuatoriano señaló que en los últimos 10 años nunca se hizo tanto como ahora en América Latina, y, sin embargo dijo que hay claros intentos de detener la integración. “Pero la región nunca volverá al pasado”, puntualizó.
Al finalizar contó la anécdota de un chofer de un bus a quien saludó y éste le dijo: “Presidente, usted es el único que me saludó”; seguidamente Correa instó: “Por favor, no nos olvidemos quiénes son nuestros mandantes, no nos olvidemos por quiénes estamos aquí y a quiénes debemos de servir”.
Saludó al presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, por asumir en este contexto la presidencia pro tempore de Celac, y le expresó que su presidencia en su país y ahora en este bloque, “es algo impensable para un exguerrillero, es la mejor muestra del cambio de época de nuestra América”.