La forma en que fue elegida la ANC es un fraude ya que es el pueblo el que debe pedir- previamente- en consulta popular, si quiere o no una Constituyente para cambiar o no la Constitución. El gobierno sin ese referéndum previo, no puede imponerla. Recién después de ese pronunciamiento de los ciudadanos, que Aquí no hubo nada de eso. En forma inconstitucional Maduro convocó a una elección no amparada en la Carta Magna, ya que el dictador, por su cuenta, hizo una elección directa para elegir a los constituyentes, sin pasar por el referéndum popular.
Todo fue una farsa y un fraude, votaron menos de tres millones de ciudadanos, la mayoría bajo amenaza de perder sus empleos públicos y el tirano – ante el fracaso- ordenó “inflar” las cifras de votantes y descaradamente se anunció que habían sufragado 8 millones de ciudadanos.
Lo que dice la Constitución
Capítulo III. De la Asamblea Nacional Constituyente. Artículo 347. El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.
Maduro no podía legalmente convocar, pero lo hizo. Un claro golpe de Estado.
Destituyen a la Fiscal Ortega Díaz
Claramente, esta fraudulenta ANC, presidida y dirigida por un grupo de fascinerosos y violadores de los derechos humanos como Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, procedieron a destituir, amparados en la fuerza que le da controlar a las fuerzas de la represión, a la legítima fiscal general, Luisa Ortega Díaz y nombrar ilegalmente al intolerante “defensor del pueblo”, Tarek Williams Saab, un fisicoculturista, que se dice poeta, pero en realidad, es otro sirviente del régimen. Un funcionario anodino, que utiliza Maduro tanto para un barrido como para un fregado.
Luisa Ortega Díaz fue suspendida del cargo de fiscal general de la República, tras admitirse la solicitud de antejuicio de mérito por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) presidida por el exconvicto Maikel Moreno, un tenebroso magistrado postrado ante Maduro, que iniciará el enjuiciamiento por la presunta comisión de faltas graves en el ejercicio de su cargo.
En ese sentido, Ortega Díaz también queda inhabilitada para el ejercicio de cualquier función pública mientras dure el proceso, en el que se determinará la existencia o no de ilícitos graves, señala el TSJ en un comunicado de prensa.
Solicitud de enjuiciamiento
La sentencia, con ponencia de la magistrada Marjorie Calderón Guerrero, señala además que se mantiene vigente la prohibición de salida del país de Luisa Ortega Díaz, así como la prohibición de enajenar y gravar de todos sus bienes, y congelamiento de cuentas.
La copia certificada de esta sentencia fue enviada la mañana de este sábado a la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez.
En la sesión de la ANC se aprobó por unanimidad la remoción de Ortega Díaz del cargo y en consecuencia se aprobó la designación de Tarek William Saab como fiscal general provisorio de la República, quien además estará encargado de la reestructuración del Ministerio Público.
El nuevo fiscal, un fisicoculturista enamorado de si mismo
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) juramentó a Tarek William Saab como Fiscal General de la República, tras la remoción de Luisa Ortega Díaz de este cargo, aprobada de igual forma por la plenaria.
El acto de juramentación se realizó en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, donde inició este sábado la sesión ordinaria de la ANC, presidida por la excanciller Delcy Rodríguez.
La designación de William Saab como Fiscal General de la República fue propuesta por el diputado Diosdado Cabello, quien también pidió declarar en emergencia al Ministerio Público para su reestructuración.
Se dice que el ilegal fiscal, William Saab, pasa horas frente al espejo, admirándose, posando y mostrando sus bíceps, obtenidos luego de varias horas diarias de gimnasio y aparatos. También se autodefine como poeta, aunque sus versos son mediocres, según la crítica especializada.
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