Para la columna de hoy había elegido otro tema. Pero cuando leí el siguiente reportaje (transcribiré buena parte del mismo) que aborda una temática tan importante como el funcionamiento legislativo y judicial que se da en nuestro país (Uruguay) a la violencia doméstica y los conflictos intra familiares, decidí compartirlo con Uds. lo más fielmente posible.
Se trata de una nota del periodista Gabriel Pereyra publicada en El Observador, donde recoge la descripción de la realidad dada por la Dra. Martha Valfré: psicóloga, abogada, especializada en Victimología y Criminología.
“A nivel de Familia he escuchado a padres que se quejan de que las madres utilizan el sistema para solucionar problemas de pareja que terminan afectando su relación con los hijos.
-Claro, porque lo que hacen es cortarle la visita.
Pero si yo soy el acusado y la acusación es falsa, la medida es grave.
-Si te hago una denuncia trucha no hay prueba contundente, por lo que no vas a ir preso, pero no vas a ver a tu hijo por un buen tiempo porque voy a chicanear con eso y te voy a obligar a pagar una pericia, y no va a haber perito que se la juegue en decir que no sos abusador. Y si la denuncia es verdadera y perdés las visitas, pero quedás libre, el nene siente que no se hizo justicia porque la persona que lo toqueteó sigue ahí.
O sea que hay injusticia en los dos extremos. Extremadamente suave en lo Penal y muy severa en Familia.
-Tengo el caso de un señor que fue acusado de abusar de su hijastra. Es evidente que la denuncia es falsa. En Penal no encontraron mérito, pero en Familia al hombre lo sacaron de la casa y no puede ver ni a la hija ni al hijo.
Ningún niño va a tomar esa iniciativa. Planteados así los derechos de los niños son una fantasía.
-Y sí, porque no tienen capacidad de actuar por sí solos. Yo tengo un caso de un nene que se fugó de la casa para hacer la denuncia. Hay tenencia, guarda y patria potestad. La guarda, aunque se divorcien, la tienen los dos; la tenencia se ratifica judicialmente y la patria potestad es la capacidad de decidir sobre educación, deportes, religión, etc. En la práctica la patria potestad la tiene la madre porque si por una disputa se va al juzgado, el juez le va a dar la tenencia a la madre.
Antes de febrero de 2016, cuando un niño no quería regresar con la madre, el padre hacía la denuncia porque los juzgados de Violencia Doméstica entendían en el cumplimiento de visitas. Desde febrero de 2016, como estaban desbordados, los derivaron a los juzgados de Familia. Entonces, si un padre va a plantear eso le dicen que inicie un juicio de tenencia, el nene debe declarar que quiere quedarse con el padre, pero el juez le da 30 días a la madre y en esos 30 días la persona que lo tiene matraquea. Hay que ver si el chiquilín luego sostiene lo mismo. Es muy complicado. Nosotros hicimos una denuncia de una madre que destrataba al nene hasta con la comida, pero en esos 30 días lo convencieron y cuando llegó el juicio dijo que quería seguir con la madre. Lo dijo mirando al piso. Pensamos: la libertad no es libre, agarramos la cartera y nos fuimos.
¿Y qué opina de la ley de violencia doméstica?
-Me parece que el proyecto integral es un disparate. Hoy ya hay un caudal de denuncias falsas que cercenan vínculos. Si sos mujer, le decís al abogado: “Me quiero separar de mi marido pero no se quiere ir de casa”. El abogado le sugiere hacer una denuncia de violencia doméstica psicológica y automáticamente al tipo lo sacan de la casa. Y si te sacan de la casa y yo no quiero, vos no ves a tus hijos. Hay que hacer un juicio de visitas que demora. Para mí, primero debería intervenir un equipo técnico que evaluara la pertinencia de la denuncia. Pero si ponés el proyecto integral, esto se amplifica. Te van a poder reclamar una indemnización por los daños que le hiciste a tu mujer. Se amplifican las posibilidades de denunciar violencia doméstica.
Eso puede agredir los derechos del denunciado.
-Viola la igualdad constitucional y atenta contra la familia. Pero además, vengo a verte acá y luego te denuncio diciendo que me diste un café con alguna intención, y te denuncio porque la ley me lo va a habilitar. La ley de violencia doméstica exige que haya un vínculo de pareja, pero esta es de género, y cualquier mujer puede denunciar a cualquier hombre por casi cualquier cosa. ¿Te parece bien? Si lo que querés es cortar las muertes por violencia doméstica no pongas femicidio, porque el que mata a la mujer generalmente se suicida. Tutelale la vida, no la muerte. Si confirmás que el tipo la agredió y le ponés una pulsera y el tipo incumple, procesalo y mandalo preso. No puede ser que tenga 70 advertencias.
¿Por qué tantos derechos para la mujer y tan pocos para los niños?
-Por los grupos que trabajan en esto. Hay muchas más organizaciones feministas que de niños. Y acá hemos adquirido la costumbre de legislar al clamor de las masas y eso no soluciona el problema de base. En vez de escuchar a los que gritan hay que atender el problema, porque capaz que hay gente que no grita pero que tiene más problemas que los que gritan”.
Como dije, esta mujer describe una verdad oculta. Ojalá conocerla nos haga más fácil actuar para construir soluciones más efectivas y realistas.
Artículo del diario Primera hora – San José – Uruguay