La orden de Castro al gobierno de Venezuela, es resistir hoy los embates del mundo democrático y las presiones internacionales porque como ocurrió con Cuba, el paso del tiempo hará que vayan disminuyendo las acciones en contra del chavismo y que se logrará “institucionalizar” a la dictadura venezolana.
Estos conceptos fueron vertidos por un ex asesor cubano, hoy disidente, que prefiere mantenerse en el anonimato por razones de seguridad.
Como ejemplo, el ex funcionario del régimen de Castro, señala que vale recordar que Cuba- un país sin democracia- está reconocido en la ONU y ha sido reelecto para integrar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas durante el periodo 2017-2019. “Es como darle al zorro el cuidado del gallinero”, sostiene el ex analista.
A esto se agrega otra incongruencia cuando el 28 de enero de 2013, Cuba asumió la presidencia pro témpore de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) 2013, en un traspaso hecho por el entonces presidente de Chile Sebastián Piñera a Raúl Castro.
El dictador cubano recibió la presidencia de la CELAC, un bloque regional que tiene entre sus postulados, el respeto a la soberanía, la integridad territorial, la no injerencia y la protección de los Derechos Humanos y democráticos; nada de estas dos últimas exigencias existen en Cuba.
El analista sostiene que muchos países democráticos, terminaron aceptando la dictadura cubana como un hecho irreversible, a pesar de los presos políticos, la tortura y la falta de libertad de expresión, donde pensar diferente es castigado con la cárcel.
Basado en esto, Maduro y sus secuaces planean unas elecciones fraudulentas, como ya lo hicieron con la ilegal Constituyente, quitarle todo poder a la oposición con acciones ilegítimas y encarcelar a todos quienes piensan diferente.
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