Primero que nada, debo decir que la represión policial del domingo a los independentistas catalanes es injustificada e imperdonable.
Aclarado este punto, voy a referirme a las palabras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, quien dijo estar muy “perturbado” por los incidentes del domingo en Cataluña señalando que las actuaciones policiales deben ser siempre “proporcionadas y necesarias”. El funcionario hizo un llamado al diálogo político con “total respeto de las libertades democráticas”.
Sobre esto último – lo del diálogo- el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, no debe ignorar que dialogar con los fanáticos separatistas es imposible; no entienden razones. Solo lo que ellos quieren imponer a la fuerza es lo que vale.
Engañaron a todo un pueblo, asegurando cosas que no eran ciertas como decirle a los ciudadanos que luego de declarar la independencia entrarían en pocas horas a la Unión Europea. Algo demencial que la Unión Europea se ocupó de aclarar con la debida antelación: “Reiteramos asimismo la posición jurídica mantenida por esta Comisión, así como por sus predecesoras. Si un referéndum se organizara en consonancia con la Constitución española, ello significaría que el territorio que se saliera se encontraría fuera de la Unión Europea”.
Para intentar incluir a Cataluña como país, se deberían cumplir engorrosas exigencias y eso llevaría -al menos- unos cinco años.
Este lunes 2 de octubre la Comisión Europea volvió a recordar que Cataluña en caso de independizarse quedará fuera de la Unión Europea:
Comisión Europea – Declaración |
Declaración sobre los acontecimientos en Cataluña
Bruselas, 2 de octubre de 2017
Para la Comisión Europea, tal y como el Presidente Juncker ha reiterado repetidamente, este es un asunto interno de España, que hay que abordar de conformidad con el ordenamiento constitucional de España.
Reiteramos asimismo la posición jurídica mantenida por esta Comisión, así como por sus predecesoras. Si un referéndum se organizara en consonancia con la Constitución española, ello significaría que el territorio que se saliera se encontraría fuera de la Unión Europea.
Más allá de los aspectos puramente jurídicos de este asunto, la Comisión considera que son tiempos para la unidad y la estabilidad, no para la división y la fragmentación.
Hacemos un llamamiento a todos los actores pertinentes para que avancen muy rápidamente de la confrontación al diálogo. La violencia nunca puede ser un instrumento en política. Confiamos en el liderazgo del Presidente del Gobierno Mariano Rajoy para gestionar este difícil proceso dentro del pleno respeto de la Constitución española y de los derechos fundamentales de los ciudadanos en ella consagrados.
La Constitución de España no contempla la realización de un referéndum separatista
Los fanáticos independentistas, le achacan a Rajoy la negativa a darles el permiso para concretar el referéndum en Cataluña; pero no es el gobierno central quien debe otorgar esa posibilidad, es la Constitución la que no lo otorga. Para ello se deben cambiar las leyes en las Cortes y con el acuerdo previo y el voto de todos los partidos con representación parlamentaria que son los que deben cambiar artículos de la Carta Magna.
Ni Mariano Rajoy, ni ningún presidente de España, puede dar por su cuenta una autorización porque no lo faculta la Constitución, tal como está hoy redactada.
En plan de víctimas
Personajes que hacen de la prepotencia su modo de vida, como Carles Puigdemont, Ada Colau y los partidos independentistas como la CUP, ERC y Junts Pel Si, son capaces de violar las leyes para conseguir sus propósitos, aunque deban pasar por encima de la democracia, como lo han hecho este domingo con una votación falsa, desprovista de toda legitimidad y que sirvió para generar el caos que se desató por llevar a un pueblo engañado a las urnas. Eso también es violencia.
De la tragedia que que se vivió semanas atrás con el salvaje ataque terrorista perpetrado en Barcelona, los líderes catalanes no sacaron ninguna enseñanza provechosa. Para ellos estaba primero su fanatismo.
Ni siquiera dejaron vivir el luto a quienes fueron castigados con la masacre y todavía le pidieron a los catalanes que pusieran su cuerpo por delante y custodiaran los colegios para evitar que la policía precintara los locales y se llevara -por orden judicial- las urnas de votación para la farsa separatista.
El diario El Mundo de España, informaba que:
Llamada a ocupar los colegios electorales previstos para el 1-O desde la tarde de este viernes y hasta el domingo. Los comités de defensa del referéndum, que han surgido en diferentes localidades catalanas, están organizando asambleas en las que se plantea pernoctar y llenar de actividades el interior de los centros de votación a partir de este viernes, en especial en los centros docentes en los que la Generalitat cuenta que se alojen las urnas del plebiscito suspendido por el Tribunal Constitucional. El objetivo es impedir que sean precintados por los cuerpos policiales, de acuerdo a las órdenes del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.
A los organizadores del referéndum, no les importaba que allí se concentraran niños o ancianos. Eso también es violencia.
El drama luego se transformó en comedia por parte de algunos personajes como Gerard Piqué y los Mossos de Escuadra que aparecieron llorando ante las cámaras de televisión. A nadie conmovieron y a mi tampoco.
Para cambiar la Constitución de España y permitir un referéndum separatista, lo debe decidir todo el pueblo español y no unos loquitos por su propia cuanta.
Y menos el llorón de Piqué que no entiende nada de lo que ocurre a su alrededor
No entiende la ONU y el mundo que Rajoy no puede negociar un referéndum que no está permitido por la Constitución?
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