El vínculo entre el comerciante y el refugiado de Guantánamo en Uruguay comenzó hace unos dos años, cuando se conocieron en una mezquita en Montevideo. Luego de conocer Rivera y en donde existe una colectividad árabe, Diyab le dijo al comerciante que quería vivir en esa zona y este lo ayudó a radicarse en Rivera.
“Empecé a investigarlo para saber más de él porque su historia no estaba bien”, dijo ante la Policía el comerciante y que no le convencía, por ejemplo, algunos negocios que planteaba Diyab: “Me dijo que le diera 50.000 dólares que él lo duplicaba en 10 días, pero que no lo podía colocar en un banco, que lo tendría que invertir en mercadería porque como es dinero robado, lo buscan por la serie”.
Según relata en la denuncia, el sábado 9 de diciembre tuvo lugar una discusión entre el comerciante Omar y el sirio Diyab. Omar le preguntó a Diyab en ese momento “si pertenecía al Estado Islámico y éste le dijo: Si”.
Luego del entredicho, Diyab tomó el celular del comerciante y llamó a su esposa a Turquía. “Le dijo que le iba a pasar mi nombre completo para que se lo entregara al jefe del Estado Islámico. Lo tomé como una amenaza”, dijo Omar ante las autoridades policiales de Rivera.
Esa no fue la única vez que Diyab mencionó al ISIS, de acuerdo al relato del comerciante. “Un día me dijo que estaba esperando unos hermanos del Estado Islámico para hacer trabajos. No sabiendo exactamente lo qué. Uno de ellos vino desde Brasil, de nacionalidad Ghanesa, tenía entre 40 y 50 años”.
En la denuncia el comerciante señala que “A Diyab lo he escuchado hablar como jefe. Él tiene contactos en todo el mundo: habla en inglés, en árabe. En varias oportunidades él mismo incentiva y da fuerza para que el Estado Islámico se mantenga fuerte”.
Omar Khader Attalla le pidió a Diyab que se fuera de su casa, y al irse se llevó consigo el celular de Omar. “Unos días antes él me preguntó por qué no era querido, le dije que era porque él no era una buena persona. En ese momento me dijo que si él quería, llamaba y haría quemar todo esto, hablaba de hacer daño a la ciudad”, indicó en su denuncia el comerciante.
35.000 dolares de préstamo
La gravedad del asunto parece no tener límites ya que luego, Diyab presentó una denuncia en contra del comerciante señalando que le prestó 35.000 dólares y que en empresario nunca se los devolvió.
La jueza del caso quiere saber de dónde obtuvo el refugiado de Guantánamo ese dinero para prestar, siendo que vive de un subsidio que le entrega el gobierno uruguayo que le paga un alquiler que ronda los 18 mil pesos, y tan solo le da una partida de 5 mil pesos por mes para otros gastos.
Mujica trajo a los ex presos de Guantánamo a cambio de naranjas
El sirio Jihad Ahmad Diyab es uno de los seis exreclusos de Guantánamo que llegaron a Uruguay en 2014 por un acuerdo entre el entonces presidente José Mujica y Barack Obama, a cambio de recibir EEUU cargamento de naranjas desde Uruguay.
Diyab ha sido uno de los más conflictivos refugiados saliendo del país e intentando viajar a Turquía pero en las escalas todos los países lo han rechazado, debiendo retornar a territorio uruguayo.
El expresidente de Uruguay, José Mujica, dijo en 2016 en una conferencia en Córdoba, Argentina, que “ser presidente no es fácil” y que en su caso particular, “para venderle unos kilos de naranjas a Estados Unidos” se tuvo “que bancar a cinco locos de Guantánamo”.
La indignación se hizo patente en las redes sociales, ya que Mujica contra la opinión de la mayoría de los uruguayos y en un intento de hacer méritos para postularse a los premios Nobel, trajo presos de Guantánamo, algunos con casos de terrorismo y que han generado problemas en el país y dos de ellos han golpeado a sus mujeres por lo que debió intervenir la justicia y colocarles tobilleras electrónicas de control.
“Ser presidente no es fácil y las negociaciones internacionales menos. Yo para venderle unos kilos de naranjas a Estados Unidos me tuve que bancar a cinco locos de Guantánamo”, admitió Mujica.
El guantanamero anda prestando miles de dólares mientras el Estado Uruguayo le da un subsidio en pesos y le paga un alquiler de una casa con el dinero de todos los uruguayos. ¡Nos están tomando el pelo!
¡Por favor, Mujica nos metió en este problema y sigue sin dar la cara!
¿En qué lío nos metiste Mujica tratando de hacerte el bueno?
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