El Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil, decidió esta semana que personas transexuales y transgéneros tienen el derecho de cambiar nombres y sexo en el registro civil sin la necesidad de realizar una operación de rediseño sexual y presentar laudo médico pericial. La mayoría de la Corte también decidió que ya no es necesario tener una autorización judicial para hacer el cambio, es decir, los procesos de rectificación del registro civil van a ocurrir por vía administrativa, sin la necesidad de judicialización.
La decisión se produjo en el juicio de la acción directa de inconstitucionalidad (ADI) 4275, terminó la sesión plenaria de este jueves (1º). La acción había sido ajucida por la Procuraduría General de la República (PGR) para que el STF de esa interpretación conforme a la Constitución Federal al Artículo 58 de la Ley 6.015 / 1973, que dispone sobre los registros públicos. Todos los ministros del Supremo reconocieron el derecho de cambiar el registro incluso sin cirugía de cambio de sexo, y la mayoría entendieron que no es necesaria autorización judicial.
El STF no definió la fecha a partir de la cual la alteración estará disponible en las oficinas, pero de acuerdo con la decisión, los interesados en cambiar el nombre y el sexo ya no necesitará comprobar su identidad psicosocial. Ellos podrán ir directamente a una oficina y firmar una autodeclaración.
La noticia fue recibida con alegría por la pedagogía trans Thiffany Odara, que está ansiosa de saber cuándo comenzará la nueva regla, pues no ve la hora de tener su nombre y género reconocidos socialmente. “Nuestro nombre es un mecanismo de uso social. Es nuestro pasaporte para adentrarse en el espacio social. Una vez que usted no tiene ese nombre rectificado en su documentación, las personas de mala fe pueden conspirar, como sucedió conmigo en un hospital y cuando cursaba la universidad, por ejemplo.
Para ejemplificar las limitaciones por las que pasa, Thiffany dijo que hace algunos años sufrió una quemadura y tuvo que ir a un hospital público para buscar atención. “A pesar de que en mi tarjeta del SUS (Sistema Único de Salud) constar mi nombre social, conforme a lo previsto en la Orden de 2009 del SUS que garantizaba el derecho del uso en el nombre social, aun así fui llamada por el médico por mi nombre del registro. el mundo que estaba allí me miró, me pregunté, pero es abrumador. ”
Thiffany tiene actualmente 27 años y desde los 16 años se reconoce como Thiffany Odara. “Sólo quien entró en el antiguo proceso tiene idea de la burocracia y de la lucha que era. “Morada de la región metropolitana de Salvador, en 2014 entró en la justicia para rectificar el nombre y el género, pero no llegó a la audiencia, pues algunos certificados que había entregado a la Justicia perdieron la vida la validez, y ella acabó desanimando del proceso.
“Negra, de la periferia, yo no tenía condiciones de cada día tomar un certificado. El proceso era largo, además de caro. No era sólo llegar a la Defensoría Pública y entregar su identidad y CPF. Había que presentar el certificado de nacimiento original, certificado de antecedentes penales municipales, estatales y federales de valores de descarga electoral, antecedentes penales, fotos que demuestran concluyentemente que en su vida social, que eran conocidos como la ‘guerra’, tomar impresiones de Facebook y de correo electrónico , por ejemplo, y los testigos que concluyentemente cómo me llamaron. Daba mucho trabajo y al final de cuentas, generalmente los magistrados rectificaban el nombre, pero no el género “, dijo.
En 2016, decidió reanudar el proceso, pero el caso no tramitó. El bahiano dijo que desde la decisión el jueves (1) la idea de trans en esta situación es hacer entrega esfuerzos conjuntos de documentos en la Oficina del Defensor Público, confiando en que cuando los casos llegan a los tribunales, se ejecutará basa en la decisión del Tribunal Supremo .
Victoria del movimiento
La presidenta de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra), Keila Simpson, explicó que la cuestión en el nombre está en la pauta del movimiento trans desde el principio, y que esa victoria es resultado de años de lucha. “Primero era nombre de guerra, después codominio, allí nombre social, hasta llegar al nombre civil. Ahora, la decisión viene a decir que nuestra batalla ha salido bien. “No ha funcionado por la vía legislativa, pues tenemos un Congreso Nacional reaccionario, pero funcionó por la vía judicial”, dijo.
Keila subrayó que los procesos judiciales para conseguir el cambio en el nombre eran largos. “Se llevaban de 8 meses a 2 años tramitando hasta la decisión final. Y cuando la decisión llegaba, la mayoría de las veces las sentencias deferían la rectificación del prenombre pero no del género, que causaba gran constreñimiento, porque las personas ostentan el nombre, pero la identidad de género ostenta otro. “Entonces no era muy saludable que cambiar el nombre y no cambiar el género, pues causaba la vergüenza de la misma forma”, dijo, destacando la angustia que muchos trans enfrentan durante esos procesos.
Según Keila, la meta a partir de ahora es levantar números oficiales que muestren la realidad de la población trans en el país. “Investigar el número de trans que lograron la rectificación es muy difícil. Faltan datos. Muchos de estos procesos corren en secreto de Justicia. Con esa decisión, vamos una vez más, repito, pedir al IBGE [Instituto Brasileño de Geografía y Estadística] que en el próximo Censo pueda categorizar la población de travestis y transexuales. Si el Supremo ya ha decidido que la gente va a tener la rectificación de nombre, esa acción de pautar al IBGE para colocar en el Censo nuestra categoría es nuestra meta a partir de ahora.
La Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra) y la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersexos (ABGLT) recibieron la decisión del STF como una victoria, en la misma semana en que otro avance para los trans se ha alcanzado. El Tribunal Superior Electoral (TSE) autorizó que las mujeres transexuales puedan competir en las vacantes destinadas al “sexo femenino”, con su nombre social, a petición formulada por la senadora Fátima Bezerra.
“Día histórico para la población de Travestis y Transexuales Brasileñas. “Hemos tenido dos importantes victorias para el movimiento nacional, que ha estado al frente de las pautas más importantes y caras para nuestra población”, dice la nota. “Conquista importante, que nace de la demanda de los movimientos sociales, en la lucha por el reconocimiento de nuestras identidades, del rescate de la ciudadanía plena y autonomía de nuestra población”, añade.
Edición: Aécio Amado
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