Los cubanos que llegaron engañados a Uruguay a través de redes de tráfico humano

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Migración y aduana del Chuy en Uruguay en la frontera con Brasil (Foto D. de Pasos de Frontera)

Las redes de tráfico humano engañan a los ciudadanos cubanos que salen de la isla en busca de un futuro mejor para ellos y sus familias y les hacen creer que en Uruguay encontrarán trabajo con alta remuneración y que Montevideo, la capital del país, es la nueva Miami de América del Sur. Nada de eso es verdad, aunque ya son más de 8.000 los cubanos que llegaron a Uruguay, varios de ellos buscan regresar a Cuba, pero no tienen dinero en algunos casos para volver.

Muchos deambulan por el Chuy, la ciudad uruguaya fronteriza con Brasil, esperando la cita para obtener la visa y luego la residencia, pero esto puede tardar meses y está sujeta a la averiguación de antecedentes penales del solicitante entre otras exigencias. Para llegar hasta allí, vendieron todo lo que poseían en la isla.

Para salir de Cuba los traficantes les obligan a pagar sumas que van desde los 700 a los 5.000 dólares para llevarlos al pequeño país sudamericano donde fácilmente -les aseguran- podrán trabajar, estudiar y radicarse de forma inmediata. Al llegar a las fronteras pronto se dan cuenta del engaño y si llegan a ingresar, lo primero que comprueban los inmigrantes cubanos, es que Uruguay es un país caro para vivir.

La directora Nacional de Migración de Uruguay, Myriam Coitinho, explicó en una Comisión de Diputados que los requisitos para otorgar las visas están establecidos en una circular consular. Uruguay solo tiene visa de turismo y de negocios. Por lo tanto, todas las personas deben cumplir con esos requisitos para poder ingresar. En muchas ocasiones eso no es viable, porque no vienen de turismo. Cuando los ciudadanos cubanos van a pedir la visa en La Habana, no se las otorgan porque no cumplen con los requisitos. Si ellos dicen que vienen como turistas la permanencia es de noventa días y se les pide US$ 50 por día, deberían contar con aproximadamente US$ 5.000, pero eso no es posible. Entonces, son, de alguna forma, captados y salen a incursionar por Brasil para poder llegar por la frontera.

También explicó que los cubanos pasan por Guyana porque no les piden visa y después transitan por Brasil para entrar por la frontera seca a Uruguay.

Red de tráfico humano

El diputado uruguayo Alejo Umpiérrez, integrante de la Comisión, explicó en la reunión el preocupante accionar de las redes de tráfico de seres humanos e hizo referencia a las declaraciones de la directora de Migración.

“Lo que sí nos preocupaba tiene que ver con algo que hemos investigado y hablado hemos conversado con muchos inmigrantes en la frontera; me he ido a sentar varias veces con ellos, y es que llegan a Uruguay por una red de tráfico humano. No tengo ningún inconveniente en decirlo porque lo he comprobado. Simplemente, como usted lo dice, llegan a Guyana porque no tienen un requerimiento de visa y después hay que salir a transitar. Hay redes que los traen. Les cobran entre US$ 700 y US$ 800 y US$ 1.200 como techo, para depositarlos en otra frontera y supuestamente allí se quedan a ver qué pasa. Todos me manifiestan que vinieron con una expectativa diferente, que encuentran que la situación del país no es la que se les dijo y que las vías que están utilizando son Chile y Uruguay para el ingreso, básicamente. Pero lo que también nos preocupaba era que pudiera haber una pata uruguaya en esta red de tráfico humano. Esa es la preocupación que tenemos. No es un tema de discriminar o atacar al que viene. Además, cuando vienen de países de los que tuvieron que irse por diferencias políticas o problemas económicos, obviamente, no vienen con otra intencionalidad que ver cómo hacer para vivir. Ellos me narraron que para conseguir el dinero vendieron desde los cachilos viejos que tenían hasta los electrodomésticos y a veces también recurren a apoyos familiares, y que todo eso se traduce después en la remesa que va desde Uruguay a Cuba o Venezuela con lo que se sabe lo que vale un dólar hoy en convertibles cubanos o en bolívares. Decía que lo que nos preocupa es que dentro de nuestro territorio pueda haber participación local en ese tráfico. Esta posibilidad la planteamos a algunos jerarcas de policía. Se nos decía que desde Interpol había dos investigaciones a este respecto” y luego agregó: “pero me parece que eso es muy importante, porque no creo que todo esto sea una moda, porque a cualquiera de ellos, más allá de las dificultades, les queda mucho más fácil llegar a Miami donde hay una comunidad organizada poderosísima de cubanos que venir a Uruguay en busca de un paraíso que les fue promocionado”.

En un artículo publicado este domingo en el diario El País: El corredor de los sueños rotos se explica parte del fenómeno que les hace creer a los cubanos que llegaron al paraíso y el subtítulo de la nota es elocuente: “Son 76 los inmigrantes cubanos que aguardan en el Chuy a que se les conceda primero la visa y después la residencia. Sin cédula, no consiguen trabajo. Algunos vecinos se aprovechan de su situación y otros los ayudan a sobrevivir. Cada vez son más los que se rinden y retornan a la isla”.