Ciudad de Guatemala (AGN) – El número de personas fallecidas por el impacto de la violenta erupción registrada el domingo por el Volcán de Fuego, la más violenta de los últimos años, se elevó hoy a 65, informó una fuente oficial.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó que hasta las 17:00 horas de este lunes el número de fallecidos es de 65 personas.
El número de lesionados, especialmente víctimas de quemaduras graves provocadas por la corriente de flujo piroclástico que descendió del volcán, no varió desde el último registro y se mantuvo en 46.
La estadística de víctimas de la Conred se ubicó arriba del dato revelado al medio día por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Fanuel García, director de esta última institución, informó que los dos equipos desplegados por el Inacif certificaron 62 cuerpos entre el domingo y hoy.
Los dos equipos estuvieron ubicados en Alotenango, Sacatepéquez, y la colonia Hunahpú, en Escuintla.
El experto indicó que el domingo los equipos del Inacif certificaron ocho cadáveres, en tanto que este lunes, hasta las 12:00 horas, lo hicieron con 42. Del total, sólo 13 fueron identificados. Ocho el domingo y cinco hoy.
Además, otros seis cadáveres fueron llevados directamente a la morgue, para el total de 62.
García advirtió que puede haber otras víctimas del desastre natural en referencia a personas que son ingresados en hospitales y posteriormente mueren. En esos casos, la certificación de su deceso es responsabilidad de los médicos que lo atienden.
En este sentido, indicó que la estadística del Inacif es “independiente” a los datos del Ministerio de Salud, aunque aclaró que todo se desarrolla dentro de la coordinación institucional que corresponde.
En cuanto al resultado del análisis de los cuerpos, para determinar la causa de la muerte de las personas, García dijo que en este caso no se emite un dictamen científico porque no se practica la necropcia, dado que no se trata de un origen provocado por hechos violentos.
No obstante, dijo que los cadáveres “calcinados y algunos con características irreconocibles”. En estos casos, explicó el científico, su identificación se logra mediante “un proceso más difícil a partir de la toma de muestras de ADN, pruebas antropológicas u odontológicas, hasta agotar todos los métodos disponibles”.
Marlyn Valdez/Fotos: Marvin García