Este jueves se reanudará el diálogo entre el gobierno de Costa Rica y los sindicatos del sector público del país con el objetivo de llegar a acuerdos concretos y frenar la huelga general que se extiende desde el pasado 10 de septiembre y que mantiene una serie de servicios con atención mínima. Los trabajadores afiliados buscan rechazar la reforma Tributaria propuesta por el Ejecutivo, ya que consideran que la iniciativa generará menos actividad económica impactando negativamente el desempleo, pobreza, desigualdad y exclusión.
Tras un primer encuentro este miércoles 19 de septiembre de alrededor de 5 horas, los representantes gubernamentales acogieron la solicitud de la Iglesia Católica para suspender la reunión y retomar conversaciones con la Unión Sindical mañana en una nueva sede.
En este contexto el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Steven Núñez Rímola, valoró la intervención y mediación de los representantes de la Iglesia Católica, asegurando que su pronunciamiento facilita el diálogo entre las partes.
Es importante el “establecimiento de puentes de acercamiento que no existían en días anteriores y reconoció el importante papel de facilitación del diálogo que está realizando la Iglesia Católica”, dijo el representante de gobierno.
De la misma forma los grupos sindicales se mostraron de acuerdo con este acercamiento y la mediación de la iglesia Católica, no obstante, aseguraron que esta primera conversación exploratoria no implica el levantamiento de la huelga contra la reforma Tributaria, por lo que las movilizaciones la continuarán de forma indefinida.
Volver a los puestos de trabajo
Por otra parte el presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) Román Macaya Hayes, instó a los trabajadores a que vuelvan a sus puestos de trabajo y se puedan ofrecer los servicios de salud con normalidad.
En esta línea señaló que esta huelga se convierte en una distracción para la cantidad de retos que tiene que atender la CCSS en este momento. El funcionario recordó que los pacientes que llegan a los servicios institucionales lo hacen porque sufren algún quebranto en su salud y requieren la atención y lamentablemente mucho de ellos no la están recibiendo. Hasta el momento, dijo, se han dejado de hacer alrededor de 1 500 cirugías y no existen agendas abiertas para poderlas efectuar, lo cual afecta la programación y los tiempos de atención.