La extraña desaparición en Uruguay de un ciudadano colombiano, Gustavo Adolfo García, de 27 años, ha movilizado a la policía en su búsqueda en un caso que encierra situaciones confusas.
García llegó a Uruguay hace tres meses y usaba el reparto de moto para entrega de comidas como delivery, pero a la vez otorgaba préstamos “gota a gota”, un sistema que se expandió en el último año en distintos países de América Latina.
El sistema “importado” ahora a Uruguay, aparece en medio de la enorme cantidad de extranjeros de América Latina que han llegado al país y consiste en prestarle a personas que no tienen acceso a otros tipos de crédito, según ha informado el diario El Observador de Montevideo.
Las personas que reciben los préstamos van devolviendo el dinero día a día, en cantidades escasas pero con un alto interés.
La esposa de Garcia, Camila Beltrán, también colombiana, señaló que nadie se ha comunicado con ella para darle pistas sobre el paradero del colombiano. En principio pensó que se trataba de un secuestro.
El joven desapareció en en el barrio de Sayago en las afueras de la capital. Pocos días después hallaron su teléfono celular y la motocicleta.
En esa fecha, García iba a recorrer las zonas de Toledo, La Teja y Sayago en busca de unos diez clientes que le debían dinero. Los préstamos rondan entre 5.000 y 10.000 pesos.
Sistema importado a Uruguay
La Policía uruguaya ha constatado la presencia de colombianos en Uruguay que se dedican a estas actividades y ofrecen los préstamos a través de Facebook.
Por esta causa, el gobierno de Perú comenzó una campaña en 2016 advirtiendo sobre los peligros de los préstamos “gota a gota” bajo el eslogan “No prestes tu vida” y se abrió una línea telefónica para recibir denuncias de amenazas, a la vez que ha expulsado a una gran cantidad de colombianos acusados de extorsión.
En varios países de América Latina los que financian esta modalidad de préstamos son grupos criminales, informaron distintas autoridades.
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Todo ha cambiado. La permisividad del gobierno uruguayo que deja entrar a cualquiera, nos lleva a esta situación que aumenta la inseguridad con la que ya vivimos.
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