Lejos de la gran categoría que tuvo en el pasado el gran fútbol del Brasil, el equipo de Gremio de Porto Alegre, intenta ganar en la sede de la Conmebol, lo que no pudo obtener en el terreno de juego; pasar a la final de la Copa Libertadores, a pesar de haber perdido con River Plate de Argentina por 2 a 1.
Lo insólito es que no reclama por alguna incidencia dentro del cotejo, es por una situación que surge por parte del entrenador Marcelo Gallardo, que estando suspendido, entró al vestuario del equipo que dirige, River Plate, cuando no podía hacerlo.
Pretender ganar de esta forma, es lamentable para un equipo de la gran trayectoria del Gremio y las críticas arrecian.
En una nota de prensa del equipo brasileño se señala:
En la mañana de este jueves, un día después de presentar en la sede de la Conmebol una reclamación contra River Plate por participar en el incumplimiento del castigo sufrido por el entrenador, Marcelo Gallardo, el presidente gremista, Romildo Bolzan, concedió una rueda de prensa en el auditorio de la Arena para aclarar el proceso desarrollado por la dirección del Club y su cuerpo jurídico con el fin de buscar aquello que cree ser lo justo y lo correcto.
Bolzan reveló que el Gremio tiene todas las imágenes del trayecto del entrenador desde la salida de la cabina donde estaba hasta la llegada al vestuario en el intervalo de juego y que no fue una decisión deliberada del entrenador que actuó con refinamientos de burla y falta de respeto con la Conmebol , pero el reglamento del código disciplinario de la Entidad fue infligido con la anuencia y connivencia del River Plate. Para el presidente gremista, el River tendría tiempo para vencer al Gremio dentro de campo y no necesitaba usar este artificio de conducta que no tiene más espacio en el fútbol.