El máximo responsable de la Agencia de la ONU para los Refugiados – ACNUR, Filippo Grandi, advirtió sobre el impacto “abrumador” que tiene la migración venezolana en los estados brasileños de Roraima y Amazonas, los que se ubican en la frontera con Venezuela, por lo que instó a generar los mecanismos necesarios para obtener una mayor colaboración internacional y enfrentar de manera conjunta esta crisis.
“Los países de la región no deben quedarse solos enfrentando las consecuencias de la crisis de Venezuela, hago este llamamiento desde aquí y lo repetiré durante las próximas semanas y meses para tratar de conseguir más apoyo internacional y responder a la crisis”, expresó.
Ante esto explicó que a diario llega una media de 500 personas al estado septentrional de Roraima, generando un impacto en la salud, educación, el empleo, la vivienda y los servicios sociales, pues el Estado se encuentra geográficamente aislado del resto del país a lo que se suma que tiene los ingresos per cápita más bajos y pocas oportunidades económicas.
“Me dijeron que, en algunas comunidades fronterizas, el 40% de las pacientes y el 80% de las mujeres que dan a luz en los hospitales son de Venezuela. El impacto es similar en la educación, el empleo, la vivienda y los servicios sociales. Es vital que los esfuerzos de las autoridades a nivel federal, estatal y municipal, así como los de la sociedad civil, los grupos eclesiásticos y los brasileños de a pie, cuenten con el apoyo adecuado de la comunidad internacional”, argumentó.
En esta línea el representante del organismo internacional alertó que pese a que los instituciones gubernamentales han instaurado diversos programas de apoyo estos no han logrado del todo atender las necesidades humanitarias de los migrantes venezolanos, quedando importantes retos respecto a la situación de la población indígena venezolana, las terribles condiciones de muchos venezolanos que viven fuera de los refugios oficiales y el impacto en la infraestructura y los servicios locales.
“El gobierno federal y local, con el apoyo de la sociedad civil y del sistema de las Naciones Unidas, deben tomar medidas urgentes para atender las necesidades sanitarias, educativas, de medios de subsistencia y otras necesidades críticas”, dijo.