El presidente de El Salvador, Nayib Bukele instó a la población a guardar confinamiento en sus casas para frenar los efectos del Covid-19 antes que la pandemia se expanda mucho más rápido que la capacidad de contención que tiene el Estado y colapsen los hospitales.
El Ejecutivo salvadoreño quiere generar un poco de conciencia de lo que está pasando en el país al tiempo de poder aislar a los contagiados para evitar un mal mayor como ocurre en otros países de la región. En este sentido aseguró que lo que se va hacer en el futuro próximo es endurecer algunas restricciones de movilidad, descartando que vaya haber cierre total en El Salvador.
“No tengo nada en contra de la gente honrada que está saliendo a ganarse el pan con su trabajo pero el virus no va a ver la necesidad, usted está llevando la muerte a su casa”, afirmó, agregando “ningún Presidente quiere tener a su población encerrada, pero debemos hacerlo porque en este momento quedarse en casa es la única medida eficaz para detener el virus”.
Ante esto dijo que si se rompe la cuarentena y se detecta en una persona el Covid-19, esta será remitida a un centro de confinamiento. A su vez se regularán las salidas a comprar y se restringirán los desplazamientos entre municipios.
“A partir del jueves, si usted rompe la cuarentena domiciliar va a ser examinado por un médico y si ese médico verifica que usted ha estado expuesto al virus será trasladado a un centro de cuarentena”, dijo.
Las declaraciones las realizó el Jefe de Estado en el marco de una Cadena Nacional de Radio y Televisión, donde abogó por la unidad del país, al tiempo de instar a dejar de lado las confrontaciones políticas en el marco de la pandemia a fin de buscar lo mejor para la nación y salvar la vida de los salvadoreños.
“Alguna gente critica el diálogo. Hoy le dije al alcalde de San Salvador que es tiempo de poner en pausa todos los pleitos políticos, en este momento tenemos que evitar que más salvadoreños mueran”, expresó.
En este sentido el Mandatario centroamericano recordó que Perú, Ecuador y México ya hay más de 2,000 muertos y en Brasil se ha traspasado los 8,000 fallecidos, por lo que las medidas se irán fortaleciendo en función de la evolución de la epidemia directamente relacionado con el comportamiento cívico de los ciudadanos del país.
“El 5 de marzo habían 11 muertos en el continente americano y el 5 de mayo hay 87,000 muertos. Ahora pregúntese cuántos van a ser en dos meses más”, advirtió, agregando, “el virus está creciendo mucho más rápido que nuestra capacidad de contención del contagio”.